PSIQUES PARALELAS
Por Txus Iglesias
Enviado el 30/09/2016, clasificado en Intriga / suspense
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PSIQUES PARALELAS
La sesión había empezado hacía 45 minutos y la psicóloga Natalia Pinos continuaba con sus preguntas:
-¿…en el fondo quería usted a su padre?- indagaba la terapeuta.
-Sí, señora- contestó llorando el paciente Jorge Pulido.
- Bien, ha terminado la primera y última sesión. Está usted curado.
-¿Qué le debo por la consulta?
-Nada, es gratuita- concluyó la Dra. Pinos.
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La sesión había empezado hacía 45 minutos y el psicólogo Daniel Ceballos continuaba con sus preguntas:
-¿…en el fondo quería usted a su padre?- indagaba el terapeuta.
- Sí, señor- contestó llorando la paciente Palmira Fuentes.
- Bien, por hoy ha terminado la primera sesión pero aún le quedan 57.
-¿Qué le debo por la consulta?
-600 euros.- concluyó el Dr. Ceballos
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El Doctor Miguel Lahoz explicó los dos casos clínicos en la reunión con sus colegas:
*- En el caso 1, el paciente Jorge Pulido, se ha inventado una psicóloga, Natalia Pinos, (la cual en realidad no existe) para poder combatir su total soledad. Acude a su imaginaria consulta y el mismo Jorge crea las respuestas. Debido a muchos casos de los que ha leído, no cree en los profesionales de la mente reales con lo que se ha creado un ideal de doctor perfecto.
** - En el caso 2, el psicólogo Daniel Ceballos es el que se ha inventado una paciente, Palmira Fuentes, porque, después de que no iba nadie a su consulta por su poca profesionalidad, tuvo que cerrar y, gradualmente, fue desarrollando la enfermedad hasta pasar consulta inexistente y fantasear con que tenía miles de pacientes, creyéndose el mismo Daniel la solución panaceática.
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En el pabellón contiguo a la clínica del Doctor Lahoz, a los enfermos ingresados después de varias sesiones terapéuticas aún les quedaba camino por recorrer para curarse. Jorge Pulido, tras preguntar a varios dolientes, en vano, se acercó a Daniel Ceballos, casualmente y le repitió lo que a todos:
-¿Pasa usted consulta?- le preguntó Jorge- En el fondo de mí sé que este doctor no existe- pensó para sus adentros Pulido.
-Pase, adelante, por favor- dijo Daniel- En el fondo de mí sé que este paciente no existe- pensó también Ceballos.
Sin embargo, esta vez sí que el uno estaba frente al otro realmente. No eran imaginarios.
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