No tenía pensado volver a escribir, pero claro, la herida que estaba en proceso de cicatrización se volvió a abrir. Sí, en aquel momento en el que nos vimos inesperadamente tras llevar unos meses sin hablar. Al igual que tus numerosas fotos que tampoco ayudan a cerrar esa etapa que debería ir cerrando.
Y qué mejor día para hacerlo que justo hoy, cuando hace un año que nos conocimos. Nada salió como me esperaba, pero ahora lejos de sentir rabia o impotencia al ver que no querías hacer nada por recuperar nuestra relación, y tras superar la decepción que me llevé al haber puesto toda mi ilusión en ti, lo que siento es algo que ni utilizando todas las palabras existentes podría describir. Esa sensación que experimenté las dos únicas veces que nos hemos visto una vez acabada nuestra bonita relación.
Una contradicción de sentimientos a los que no le encuentro ninguna explicación, porque recordar es fácil para quien tiene memoria, pero olvidar es difícil para quien tiene corazón.
Tal vez me falta lo que tú me dabas, bueno, más bien tu forma de ser. Porque siendo sinceros, te echo de menos, no lo voy a negar a pesar de pasar alguien que cambia la realidad pero con quien no llego a alcanzar la misma felicidad.
Aunque ahora funcionen cosas que antes no funcionaban y le haya encontrado el motivo, a veces me siento vacío pues no consigue llenarme. Quizás sea por el recuerdo constante en cada instante o por la personalidad que me hace ver que ya no me encuentro en el mismo momento.
Puede que me esté pasando lo mismo que le pasó a alguien conmigo o lo que le pasó a otra persona contigo. A veces nos equivocamos, pero en este caso creo que estoy en lo cierto pues cada texto es un pretexto de la situación vivida y en forma de metáfora queda esclarecida que no era la persona merecida.
Te quedaste con algo que ahora me impide dar lo que di, como también se quedaron con algo tuyo que quizás te impidiese dar más de sí. Y es que lo que te ha destrozado en el pasado puede que deje el futuro afectado cuando no se ha superado.
Y ahora, tras un tiempo pasado, en parte se ha aclarado lo que ya estaba relatado. El problema está en que me siento reflejado.
No nos vamos a engañar, los extremos no son buenos, y pasar de uno a otro es un cambio difícil de llevar. Quizás necesite un punto intermedio o quizás necesite cambiar todo para no tener nada.
El transcurso del tiempo y las personas que pasan por tu vida te hacen ver que las cosas no son como creías que eran, pero a veces, es difícil encontrar una explicación cuando se produce una contradicción entre lo que siente tu corazón y lo que te dice tu razón.
Mi razón quiere la superación, avanzar y dejar de recordar para vivir con esa persona que ahora lo está dando todo por ti. Pero mi corazón envuelto de buenos recuerdos no deja de sentir por quien sintió y no siente lo suficiente por quien debería sentir.
Lo mejor es aceptar que tras la fuerte lluvia puede salir el sol, que todo al final pasa, llega o cambia, que nada es para siempre. Que si no es una persona será otra, que tal vez el tiempo cambie las cosas, la forma de verlas o los sentimientos quizás...
Y recordar que no hay permitir que el pasado robe tu futuro y viva tu presente a pesar de la mezcla entre razón y corazón.
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