Mi Sexlebracion de cumpleaños
Por Maniatica
Enviado el 05/10/2016, clasificado en Adultos / eróticos
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Era un día lluvioso, mi última clase en la universidad terminaba a las 8:00 pm, horas antes un amigo me había invitado un helado por mi cumpleaños que había pasado hacia 3 semanas, yo acepte su invitación. Nos pusimos de acuerdo para que me pasara a buscar a las 8:00 después que terminara mi clase y así lo hizo.
Como habíamos quedado fuimos por el helado, hablamos un buen rato y tonteamos como dos niños, y la verdad tantas risas, miradas y toqueteos me estaban encendiendo.
Luego que salimos del lugar, el trayecto hacia mi ciudad queda a 15 minutos de donde vivo. Hay un motel. Él redujo la velocidad y me preguntó si quería entrar para que "habláramos" más tranquilos, yo le respondí que cómo sabía que no iba a pasar nada estaba bien, entonces entramos.
Una vez en la habitación del motel, el puso música apago unos luces y encendió otras, de manera que el ambiente se fuera adecuando para lo que venía, yo de solo imaginar lo que me esperaba, mojé mis pantys.
Sin poder esperar a que el tomarq la iniciativa me le fui encima y lo tumbé en la cama y sentada a horcajadas sobre él comencé a besarlo como si fuera la última vez que besaría a alguien en mi vida. Mis pelones se endurecieron y sentía como su pene se abultaba debajo de mi.
Rápidamente él me volteó quedando encima de mí, me quitó la blusa y como todo un experto me chupó los senos mientras que metiendo su mano derecha por mi pantalón comenzó a sobar mi clítoris.
Mi respiración era rápida, él me terminó de desnudar y besó apasionadamente cada centímetro de mi cuerpo. Cuando pude incorporarme le quité la camisa y desabroché su pantalón, cuando tuve su majestuoso pene ante mi, como animal hambriento empecé a chuparlo, ver cómo se retorcía de placer, como gesticulaba, la forma que volteaba los ojos... me pusieron a mil, al momento que él se vino yo también me vine en su rodilla.
Me clavó su mirada y me pidió que le dijera que yo quería, "métemelo", le decía y el pedía que se lo dijera más fuerte, gritando le repetí "méteme tu ñemota maldito".
Me hizo parar y recostar mi pecho sobre una mesa, me tomó por detrás y salvajemente me penetró llenándome completamente, entró y salió dejándome con la respiración entrecortada y las rodillas temblando.
Me tiró de nuevo en la cama y dejé que hiciera de mi todo lo que quiso, me vine una, luego otra vez, mientras él me penetraba rápido y salvaje y me devoraba con su boca los senos. Cuando me vine por cuarta vez él se vino conmigo.
Apenas comenzó la fiesta.
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