Denunciar relato
Despertó confuso de un sueño que le pareció eterno. De repente, una explosión ensordecedora lo devolvió bruscamente a la realidad, acelerando su ritmo cardíaco. Una marea humana enloquecida inundó las calles, presa del pavor. Advirtió su propio pánico reflejado en los ojos de la gente. A todo este horror se sumó la imagen de una niña pequeña que, atónita, miraba el cuerpo inerte de su padre, abatido por un disparo. Decidió acabar con todo aquel sufrimiento. Se incorporó lentamente y, con resolución, apagó la televisión.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales