La paz, bendita paz,
la paz del miedo o la paz social.
¿Qué es la paz?
Trágico estado de ansiedad,
sensación imaginaria de libertad,
tal vez un país violado
o la razón perpetua del poderoso por comenzar la guerra.
¿Quién busca la paz?
La madre que protege su cría,
el corrupto para que no lo encierren
o la aplastante sociedad del rico
que pisotea al pobre.
¿De quién es la paz?
¿De todos nosotros? No lo creo,
pertenece a unos cuantos buitres
sin importar a quien devoren.
¿Cuándo llegará la paz?
Quien sabe,
dicen que cuando el respeto,
la tolerancia, el amor, la sabiduría
y otros valores se pongan de moda.
¿Será la paz una publicidad?
El medio que justifica
la invasión “HUMANITARIA”
de pueblos con la quimera de ser liberados.
Saquear las riquezas de países soberanos,
así dejarlos en ruinas y esclavizados
con deudas eternas.
Reaccionemos.
La paz está en la madre que ama a su hijo.
En el padre que asume responsabilidades.
En la familia que permanece unida.
En la casa que enseña valores.
En la escuela que enseña a pensar.
En el policía que respeta la vida y atrapa al bandido.
En la iglesia (sin importar religión) que alimentad en bondad al espíritu.
En el médico que cura al enfermo.
En la musica idioma universal.
En el deporte excelente inversión.
En la sociedad que no discrimina, ni excluye, ni manipula.
En la cultura al valorar lo nuestro.
En el gobernante que cuida del pueblo su único partido.
En el país que cumple sus deberes, ejerce sus derechos
y respeta las leyes.
La paz está en la diferencia del otro.
Entonces, trabajemos la paz
y se acabarán:
la guerra, la discriminación,
la intolerancia, la delincuencia,
el político, el corrupto,
la enfermedad, el consumismo,
la pobreza, el privilegiado,
el excluido,
el espectáculo mediático,
la esclavitud moderna,
el traidor...
Érase una vez, que estos males fueron
niños que no conocían
la paz.
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