Día 3
Ya sé cómo te llamas
Pero tú aún no sabes mi nombre.
Día 4
Ya creo saber
Que te gusta la combinación del amarillo
Con el color de tus ojos de avellana
Y que los rizos de tu pelo
Acaban escapando siempre a la lisa diligencia a la que los sometes
Como hacia tu reflejo escapa mi mirada
Incluso cuando ya no estás ahí.
Pero tú aún no sabes mi nombre.
Día 5
Ya sé que tu voz es pausada
Porque te gusta tomar aire cada dos o tres palabras
Y a pesar de la algarabía
He aprendido a conocer el timbre de tus suspiros
Que llega sin problemas, haciendo vibrar mi oído
Y pintándome en el rostro una sonrisa.
Pero tú aún no sabes mi nombre.
Día 6
Ya sé que te gusta apoyar el pie derecho
Cada vez que te despides en silencio
Y desapareces tras la puerta,
Y también sé que cuando vuelves
Y me saludas con una tenue venia
Tus ojos no relucen si se cruzan con los míos
Porque sé que tú no quieres saber
Nada de mí.
Por eso aún no sabes mi nombre.
Día 7
Ya sé que eres feliz.
Ya sé que lo único que aquí buscas
Es poder sentarte junto a la ventana
Y dejar a tus ojos perderse en el paisaje
Al que envidio.
Ya sé que volverás aquí
Todos los días,
Mostrándome una tarjeta
Sin que nada más de mí te importe
Que el mero hecho de llegar a tiempo.
Ya sé que seguiré conduciendo
Pero que nunca sabrás mi nombre.
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