CORTOS RELATOS DE MI VIDA: EL BUEN VECINO parte 2.

 7/11/1977.

Los días están pasando rápido, las cosas entre Julio y yo van de mal en peor, lo llamo a su hotel pero no siempre me contesta, lo único que me mantiene relajada son las visitas de mi vecino, a veces no puedo imaginar a ese viejo asqueroso cogiendo conmigo, pero cuando miro su tremenda polla y lo rico que me hace,  me excito tanto que mi vagina empieza a humedecerse, hoy por poco me cacha mi hijo, se me fue el tiempo haciendo el amor con mi vecino, no sé si mi hijo lo vio salir  de la casa, Migue entro de repente, venia de la escuela, yo salí de mi cuarto con el pelo enmarañado, solo vestida con una bata diminuta donde se me podía ver todo, del susto se me cayeron las llaves en una maseta y cuando me agache para recogerlas pude sentir que salía un líquido de en medio de mis nalgas, era un chorrito de líquido blanco viscoso que se me corría por las piernas, me incorpore rápido y me metí al baño, otra día estábamos haciéndolo en la regadera con mi vecino cuando tocaron la puerta del baño, era Migue, dijo: mami ya vine, le conteste, sí que bien ya salgo, mira hazme un favor, por qué no vas a comprar azúcar al súper, a lo que contestó, mami no puedo ahora, me voy a jugar beisbol con mis amigos, regreso pronto y cerró la puerta, que salvada, a veces pienso como hace este viejo para darme tanto placer, la forma en que me penetra, porque no le da asco chuparme la concha, que es lo que veo en ese sucio anciano.

18/11/1977.

Hoy regresó Julio a casa antes de tiempo, de pura suerte mí vecino está de viaje con su mujer, si no, nos hubiera encontrado cogiendo como locos ya que cuando estoy con él pierdo la noción del tiempo. Julio, siempre con su actitud despreciativa y distante hacia mí, pero ahora ya no me importa, ya tengo mi distracción y a la par de mi casa.

28/11/1977.

Por fin nació mi bebé, esta hermoso, tan grande parece un muñequito, es tan lindo, hoy regrese a casa, Migue está contento y dice: por fin nació mi hermanito, yo he notado un cambio en Julio, ahora está más detallista, más tierno, creo que lo que pasamos fue solo una prueba, por cierto el vecino ya no volvió a frecuentar la casa, volvimos a ser una familia feliz.

15/2/1978.

 Julio trata de pasar el mayor tiempo posible con nosotros, parece ser que la llegada de mi bebé ha cambiado las cosas de cierta manera, estoy realmente feliz, salíamos a pasear, a comer, a jugar al parque, todo va bien, hasta nuestra relación se volvió a encender, puse en práctica todo lo que el vecino me enseño en la cama, en las noches hacemos el amor hasta desfallecer, somos más felices que nunca.

8/4/1978.

De verdad que la felicidad nunca dura mucho, hoy julio viajó a EEUU, de parte de su trabajo, el viaje es por 2 meses, estoy muy triste.

Llevamos a Julio al aeropuerto y lo despedimos, durante el viaje de regreso a la casa no paré de llorar, llegamos a casa y llevé al bebe a su cuna, después entre a mi cuarto y cerré la puerta. No paro de llorar pero no quiero molestar a Migue.

9/4/1978.

 Hoy volví a traicionar a Julio, soy una maldita PUTA, no merezco la familia que tengo, yo misma me doy asco, no tengo perdón.

Me desperté temprano por  la mañana pero no quise levantarme de la cama, Migue preparó el desayuno y me lo llevó  a mi cuarto, abrió la puerta y entro con la bandeja, yo estaba acostada boca arriba, solo tenía puesto un blusón pequeño que casi no me cubría nada, sin ropa interior, mis tetas que por la leche parecían a punto de reventar, mi panocha sin vello púbico, era todo un espectáculo, me tape inmediatamente,  Migue se quedó quieto y dijo: tu desayuno está listo, le dije:  tu preparaste todo esto?, contesto si yo solo, dije: esto merece un premio hoy por la tarde iremos al cine y a comer pizza quieres? emocionado contestó siii, a la tarde fuimos al cine y a comer como le había prometido, regresamos a la casa, y entonces tocaron a la puerta, abrí y era nuestro vecinito, el vejete desgraciado, lo salude y le pregunte: a que se debe su visita, el viejo ya tenía preparada su jugada, dijo: mi esposa le manda esto para él bebe y de una bolsa saco un juguete de cuerda, de los que se cuelgan en el techo para que los niños desde la cuna los vean dar vuelta, tome el juguete y casi que echándolo le di las gracias pero el viejo tenía sus mañas, me dijo que por la altura del techo yo no iba a poder colocar aquel juguete, que si yo le permitía, él lo haría y no le tomaría ni un minuto, vi a mi hijo y me quedé pensando, así que acepté. (CONTINUARÁ).