Me lleva la muerte
Me transporta alguien que conozco muy bien,
me lleva por caminos obscuros y sin salida,
mi sufrimiento es enorme como volcán,
efecto colateral a tus peores deseos,
¡sí! ¡aquello que no dejaste salir! (antes del nacimiento).
Tu boca se queda abierta y reseca,
miro estupefacto, tus ojos, parecidas a luminarias,
brillan en lo alto de tu cabeza, tu ser supeditado,
cae tu cuerpo sobre espuma de mar,
con alas parecidas a hojas verdes, vuelas.
¡Muevete, no te quedes atrás! Tu labor no concluye,
hazme un favor, ten piedad de mí, de mi resequedad,
de todos esos problemitas que te dejé en un baúl,
dichosa tu que conservas los recuerdos más bellos,
pero simultáneamente me dedique a extorsionarte.
Tu belleza se perdió debido a mi persona vituperante,
el baúl se desalojó, desapareció tu secreto sentimental,
te recuerdo y advierto la indisposición que asombra auguradora,
la muerte inevitable de tu alma descarnada,
a la sombra de la luz de oriente.
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