Denunciar relato
estaba oscuro, pero eso no me importaba, habia un calor muy acogedor del que me negaba saliir, era todo perfecto, claro que nada es duradero, en un momento una luz se abrió a lo lejos, no quería irme pero tenía curiosidad por aquella luz que iluminaba mi ser, pense que sería un mundo tan prefecto como ahí a dentro, lo primero que recibí fueron tres palmadas y un filo que me separo de ella, ¿quien iba a pensar que iba a ser el primer lazo que se cortaba entre tú y yo?, ahora que puedo verte a la cara, lloro.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales