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Le gustaba arreglarse antes de salir, hasta un punto obsesibo. ¿ Cuantas horas perdidas de vida?, frente a un espejo que le devolvia la imagen de la mujer pequeña, delgada y sin ningún atributo diferente a la más corriente de las mortales. Pero, ¿ y los sueños?, frente a ese espejo ella soñaba y llenaba el tiempo de fantasias mejores que la realidad y la hacían salir de casa con una sonrrisa que escondìa sueños por cumplir.
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