No puedo escribirlo, duele demasiado y aunque lo escriba seguirá doliendo. Es algo muy oscuro, dentro de mí, se esconde cuando hay gente bajo mi piel permitiéndome sonreír y parecer lo que un día fui. Espera a que se vayan para extenderse por todo mi cuerpo. Empieza en las manos, estas se enfrían hasta quedar casi sin vida, sin sangre, vacías. Luego devora mi estómago como un animal hambriento y encolerizado, estruja mis intestinos y se mete después en mis pulmones. Ahí se queda, haciendo presión para que no pueda respirar, apenas me deja sentir la brisa tocar mi cara pues me tiene encerrada en casa, prisionera en mi propio hogar. Me dice que no deje de comer pero no quiero escucharla, tal vez si no hago lo que quiere me deje libre para ser feliz. Me hace rechazar cualquier invitación, me quiere toda para ella. Me promete muchas cosas, dice que solas podemos vivir siempre, que me dará placer desde dentro, que me hará feliz y dichosa, que no nos hace falta nadie más. Me promete que me susurrará su nombre cuando me masturbe pensando en ella y cuando lo hago me dice:
- Grita: SOLEDAD!!!!!
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