El fotógrafo parte 2

Al llegar a casa me lave la cara y me miré en el espejo.
Era verdad que estaba muy bueno, que me ponía muchísimo y que hacía tiempo que no me acostaba con nadie. Pero ese tío no me gustaba. No me gustaba su carácter chulo, sus aires de sobrado y encima tenia que trabajar con él. Aún estaba reflexionando cuando llamaron a la puerta. Debía ser Alba que se habría quedado flipada con mi mensaje. Abrí sin mirar

- Necesito que acabemos lo de antes - Dani me miraba apoyado en el marco de la puerta.
- Oye para para para - lo empujé fuera hasta la escalera. - ha sido una locura. Hace mucho que no estoy con un hombre y me he dejado llevar. No puede volver a pasar.
Él se quedó en silenció y se dió la vuelta, yo empecé a cerrar la puerta, entonces dió dos zancadas y con la mano sujeto la puerta que estaba cerrando.
- Que tengas tantos reparos aún hace que me vuelvas más loco - y cogiéndome la cara con las manos metió su lengua en mi boca, con rabia, con desesperación.
Durante dos segundos intenté apartarlo, en el tercero ya no sabía quien era. Él se quitó la chupa de cuero. Se sacó la camiseta. Menudo torso, estaba muy bien definido, se notaba que iba al gimnasio.
Metió las manos por debajo de mis medias y cuando sus dedos rozaron mi sexo me volví loca. Lo tiré encima del sofá.
- Vamos sí nena, sabía que eras una mujer con carácter. Muéstramelo.
Me puse a horcajadas encima de él. Y empecé a rozar su erección contra mi.
- mmmm, sí nena, muévete más, me pones a mil - él me embestía con la ropa puesta. Decidí que me molestaba la ropa.
Me saqué las medias y le quité el pantalón. Su boxer tenía un lunar de humedad. Cuando le descubrí la erección aún me excité más. No porqué fuese enorme, como en las películas, pero verle ahí, desnudo entero, hacía que me volviese loca.
- ¿No quieres darle un beso? - dijo con una sonrisa burlona. - Pero antes quítate el vestido, necesito ver esas tetas y ese culo. Por favor.
Hice lo que me dijo y me quedé desnuda delante de él. La verdad es que no me avergonzaba para nada de mi cuerpo. Es verdad que tenía curvas, pero no tenía nada de barriga y lo tenía todo bastante bien puesto, y no era la típica que se sentía vulnerable al lado de un Adonis, yo era todo lo contrario, me venía arriba.

Al verme desnuda él también se volvió loco, se fue directo a mis tetas, empezó a meterselas en la boca como loco. Y eso siempre había sido algo que me encendía muchísimo
- ahhh, siiii, no pares por favor. Me encanta eso.
- ¿Te gusta? - dijo él agarrándome por el culo y arrimándome a su erección. - soy muy bueno con la lengua.
Me cogió en brazos y me llevo al dormitorio, no era muy difícil de encontrar ya que la puerta estaba abierta.  Me tiró sobre la cama y me separó las piernas. Metió la cabeza entre ellas fuera de sí
- Oh dios mío que bien lo haces- dije arañando las sábanas.
Oía como él gemía mientras estaba allí abajo, cuando parecía que no me podía dar mas placer metió un dedo dentro de mí, primero despacio y cada vez mas deprisa. Verle allí, disfrutando de darme placer hizo que necesitara hacerlo yo también. Lo saqué de un golpe de ahí y lo tumbe sobre la cama
- ahora déjame a mi- dije mirándole con ansias
Me llevé su erección a mi boca y empecé a succionar con fuerza
- Ohhh si nena dios mío, sigue por favor, sigue más, más
Sus palabras eran como gasolina, me hacían hacerlo con más ganas, más deprisa, dándole lametones en la puntita, usando la lengua en círulos
- ohhhh, nunca te han dicho que la comes como nadie? Para o acabaré antes de estar dentro de ti.
Al decir eso noté una punzada debajo de mi vientre, estaba vacío y quería sentirse lleno.
Subí y me tumbé a su lado
- Necesito que estés dentro de mí- dije mientras le mordia el lóbulo de la oreja
- No hará falta que supliques - cogió un preservativo y se puso encima de mí. Empezó a jugar con la entrada de mi agujero.
- Oh por favor! La necesito dentro YA! - dicho y hecho- me embistió hasta el fondo
- Ohhhh Dios sí - dije gritando. La primera entrada siempre era la mejor.
- ¿Te gusta?
- Siii, más deprisa - dije arañándole la espalda
- Te voy a dar más deprisa, más hondo, hasta que ya no puedas más.
Cada vez que entraba yo hacía fuerza con las paredes de mi sexo, para sentirla más hondo, y cada vez que lo hacía él respondía con un gemido
- oh nena! Sí sí!
En un giro me puse encima. Quería ir más deprisa, necesitaba enseñarle mi ritmo.
Empecé a votar sobre él mientras me agarraba los glúteos con fuerza y se metía los pechos en la boca.
- mmmmm siii Dani, con fuerza. Más fuerte sí!
Yo movía la cintura en círculos para notar aún más su miembro dentro. Él me agarraba fuerte la cadera. Me di la vuelta y empecé a cabalgarle de espalda. Él me agarraba el culo con fuerza
- Ohhh siii nena! Menudas vistas! Déjame ponerte a 4 por favor. Quiero ver como se mueve ese culito delante de mí de todas las maneras
Hice lo que me dijo, empezó a penetrarme desde atrás, pero sabia lo que se hacía. Puso su torso encima de mi espalda y metió una mano entre mis piernas jugando con sus dedos mientras notaba como me llenaba.
- Oh dios mio Dani! Si sigues así acabaré ya!
- Acaba! Acaba! Avísame y me voy contigo nena!
- Ohhh Danii, sí sí sí, más deprisa
- Mmmmmm dame más nena
Empecé a mover la cadera más deprisa.
- Dani me voy, me voy - grité mientras notaba como el orgasmo se expandía desde dónde él tenía sus dedos
- Ahhhh siiiiiii dios Bea, ahhhh.
Me dió un beso en la espalda al acabar y los dos caímos encima del colchón quedándonos un rato callados

- Menudo polvo - dijo él finalmente acariciándome un pezón.
- Y mañana a trabajar - dije yo aún con la voz entre cortada.
- Uy no, de eso ya hablaremos, creo que la noche va a ser larga. - me agarró la mano y la llevó a su miembro que volvía a crecer otra vez
- ¿enserio? - dije subiendo una ceja
- Nena, ya te dije que me ponías mucho...