Mas suerte de la que merezco
Por DavidDeSiempre
Enviado el 04/11/2016, clasificado en Adultos / eróticos
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Durante unos meses atrás he mantenido una relación sexual con mi vecina Bety, ella es una señora madura casada con el dueño de un puesto de tacos de carnitas, por su trabajo generalmente estaba fuera de casa y dejaba a su mujer sola, si hija, Andrea, acude a la preparatoria y también era poco el tiempo que estaba en casa. Pues hace una semana fui a visitar a Bety, ya que mi esposa había ido a casa de su hermana con mi hijo y me mando un mensaje diciéndome que llegaría en un par de horas. Con ese par de horas yo hago maravillas, y sin pensarlo fui a la puerta de mi vecina y toque la puerta.
-Hola cariño, que agradable sorpresa tenerte por acá. –Me dijo mientras se chupaba la uña de su dedo índice.
-solo venia a ver si estabas bien, y a saludarte claro.
-Pásale cariño. -Me dijo mientras me jalaba de la mano con esa cara de pervertida.
Me metió directamente a su recamara, cerró la puerta y me comenzó a besar sin control, en segundos ella estaba de rodillas chupando mi verga con ambas manos, engulléndola hasta la base y metiéndosela toda en la garganta, me estaba dando un oral que solo ella sabia darme cuando la puerta se cerró fuerte.
Bety se acomodo la blusa y salió a ver en la sala, al no ver a Andrea, volvió al cuarto para coger como siempre nos acomodábamos, Salí de su departamento antes de que mi esposa volviera, y mi vecina se quedo todavía acostada en su cama con la tanga en las rodillas.
Pasaron dos días y cuando subí por unos zapatos a la azotea que se estaban secando, mi vecina subió y me alcanzo en la azotea.
-Cariño, como estas? Oye necesito decirte algo. –Pensé que era algo muy delicado puesto que generalmente no quiere hablar seria conmigo.
-Que paso chiquita? Todo bien?
-Tenemos una situación, te acuerdas que antier, escuchamos que la puerta se cerró cuando me cogías? Pues si estaba alguien en la casa. –Me quede sorprendido y un miedo me corrió por temor a que su matrimonio o el mío estuvieran en problemas, además claro de que su marido me pusiera una golpiza.
-Mi sobrina nos estaba espiando, y dice que nos miro desde la ventanita.
-Y que paso? –Le dije
Pues dice que viendo como cogíamos se empezó a tocar y que se vino mientras nos espiaba, de hecho yo la cache metiéndose una botella de cerveza mientras se apretaba los pechos, y al cuestionarla de eso, me dijo que fue por habernos visto coger.
-Y nos va a acusar?
-A que no te imaginas que quiere para no decir nada. –Me dijo con lujuria en los ojos.
-No lo sé cariño.
-Me pregunto si me hiciste venir y le dije que si, y me dijo que te citara con ella para que le hagas lo que a mí, para que ella no le diga a nadie. Hazme el favor con ella, como ves?
-Me sorprendió mucho lo que me dijo pero otra parte de mi se excito, pues su sobrina esta riquísima, una mujer de 18 años delgada y con un culo hermoso y paradito. Con cara pequeña y manos finas, se me estaba endureciendo el miembro de solo pensar en ella. Por lo que no pude decir más que aceptar su petición. Arreglamos todo y ayer Salí más temprano de trabajar.
Entre por la otra puerta de mi edificio y me subí al departamento de Bety, Laura su sobrina, ya estaba en la casa con una faldita de mezclilla y una camiseta blanca sin brasier, ya estaba un tanto cachonda pues sus pezones se marcaban en su camiseta, después de que su tía nos presento de manera oficial, me beso muy rico mientras me acariciaba el entrepierna, Laura se sentó a mi lado y también me comenzaba a acariciar, de pronto mi camisa quedo en el suelo, mi pantalón y quede boca arriba en la cama, pero ya solo estaba la sobrina sobre mí, sus piernitas estaba montadas en mi cuerpo y se estaba quitando la camiseta, sus pechitos estaban paraditos y su pezones muy oscuros estaban listos.
Se hizo a un lado su tanga y poco a poco se fue acomodando mi pene entre su sexo, muy ajustado por cierto, se fue moviendo lento y se metía mi verga hasta el fondo y por momentos hacía gestos de dolor, pero su calor fue subiendo y mis manos apretaban sus pechitos, me cabalgaba cada vez más rápido pero aun era lento para mi gusto, escucharla gemir me excito, y la tome de los brazos y le di la vuelta, la comencé a penetrar de misionero y me moví fuerte chocándola rápido.
Sus gemidos eran aun más delirantes y me ensañe con la chiquilla cogiéndola fuerte y rudo, cosa que ella no resistió mucho y tuvo un orgasmo rico, sus gemidos eran tales que cualquiera pensaría que la estaba violando, pero cada que tomaba aire me decía que no parara que la siguiera cogiendo así. Voltee la mirada y su tía se estaba tocando rico desde un sillón, también ella estaba muy caliente pero disfrutaba viendo como su sobrina era violada con furia y rudeza. Mientras Laura se recuperaba de su orgasmo, abrí sus nalgas y chupe su sexo caliente y su ano, cosa que la puso aun más caliente, la volví a penetrar y esta vez la puse en cuatro, dejándome ver su culo virgen mientras la cogía, ella gritaba ahogando su voz en las sabanas, pero yo seguía chocándola fuerte y nalgueando su culo sin piedad. Llego el momento donde ella se vino de nuevo y con ternura me decía que ya no, que parara, que estaba muy duro.
Se desplomo en la cama y su tía entro en el juego, Bety se acomodo en la misma posición pero yo, tome mi verga y se la metí en su orificio anal, me moví y Bety gemía complacida, mientras chupaba la vagina irritada de su sobrina, me moví mas rápido y al verlas ahí desnudas me caliente a tal grado que quise venirme, no lo resistí mas y me vine en la cara de Bety y el estomago de Laura, ellas quedaron bañadas de mi semen y yo satisfecho de haberme cogido a esa sobrina que tanto me encantaba. Me vestí y me despedí de ellas con un beso rico en la boca para irme a mi casa.
Hoy en la mañana, camino a mi trabajo me encontré a Andrea, la hija de mi vecina y me espero en el cancel de la calle.
-Hola David, oye ya sabía que andabas con mi mamá pero a Laura… -Yo me quede impactado
-No te preocupes yo no digo nada, pero porque te cogiste a mi prima antes que a mi cabrón? Que, no te gusto?
-Me encantas, pero tu mamá no quiere que te metas conmigo.
-Entonces no hay que decirle… -Me dio un besito y se fue. Creo que pronto me la voy a llevar a un hotel. Eso si no antes su papa me hace carnitas, o mi esposa me mata, en fin, si hay limones…
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