LA CARTA QUE NUNCA ENVIÉ

Sentada en una vieja mecedora y sosteniendo entre sus manos un auténtico rosario de oro,la hermosa mujer,ya de cierta edad, iniciaba sus oraciones a las 6:00pm,como cada día durante  cincuenta años.Sus níveos cabellos recogidos en dos elegantes trenzas colocadas en círculo sobre su cabeza ,semejaban una emblemática corona,que le daban un aire de exquisita elegancia señoreal.

Su rostro era fino, semejante al de la diosa Isis y  aún sentada se adivinaba una estatura considerable,para una mujer,sobre todo de su edad.Cincuenta años atrás era la chica más hermosa y codiciada del condado, sin embargo nadie se atrevía a hacerle una propuesta amorosa,pues todos conocían los planes de su padre ,hombre adinerado ,déspota y engreído ,capaz de lograr sus propósitos a cualquier precio.

Esto lo supo Andrew,demasiado tarde.Llegó como turista una hermosa mañana de verano ,con la única intención de disfrutar sus vacaciones ,relajarse de su asarosa vida citadina y su lucrativo trabajo en un prestigioso bufete de abogados.Después de alojarse en en un sencillo, pero reconocido hotel,salió a recorrer los alrededores de la tranquila ciudad.Decidió entrar a un café,cuyo nombre parpadeaba entre luces de neón"CAFÉ DEL AMOR" leyó un par de veces y sonrió entre la ironía y la incredulidad.

El destino quiso, que en ese preciso momento ,Laura estuviera saliendo del local y casi tropezara con Andrew,que entraba un poco distraído con el letrero que había acabado de leer _disculpe señorita le he hecho daño?_fue entonces que reparó la figura angelical que tenía ante sus ojos.Era un rostro perfecto,como una diosa egipcia recién salida de un templo._¿es usted real o estoy muerto,acaso he llegado al paraíso?

Laura no pudo contener la risa y haciendo una ligera reverencia dijo_no caballero, está usted vivo, pero si ha llegado a "Condado del Paraíso" que así se llama este lugar. Fueron pocas palabras y una sóla mirada la que los unió desde ese momento. _Oh disculpe,me llamo Andrew y vengo de vacaciones..._usted es?...Laura Dossanto  ,señor,encantado Laura_me aceptaría un café?_no gracias tengo que retirarme_en otra ocasión quizá? _tal vez_respondió la muchacha ,que por su aspecto tendría unos veiticinco años.

Afortunadamente el padre de Laura se había ausentado por negocios y esto propició la inevitable tormenta de pasión que se avecinaba.Los primeros encuentros fueron inocentes y amenas charlas de temas diversos que fueron acercando sus jóvenes corazones ,ávidos de emociones ,sueños e ilusiones.Besos y caricias furtivas que nublaban sus sentidos y acallaban sus razonamientos y lo inevitable  pero deseado llegó...la entrega amorosa,consciente pero diáfana como su amor ,bajo mutuo juramento de ser el uno para el otro por siempre,hasta sus últimas respiraciones.

La dicha de los enamorados y jóvenes amantes tenía sus días contados,el padre de Laura estaba de regreso y con ese regreso, la desgracia de la pareja.Andrew quería hablar de sus sentimientos  al padre de Laura ,pero ella conociendo el carácter de su padre se lo impidió_yo le hablaré,por favor dejáme hacerlo ,yo le conozco,le convenceré_

Desgraciadamente las cosas no sucedieron según el deseo de Laura,su padre entró en cólera y su pensamiento no era otro que aniquilar a aquel forastero que según él había seducido a su hija,aprovechando su ausencia.La osadía de Andrew debía ser castigada. Laura estaba angustiada,sabía que su amado corría grave peligro.Decidió entonces escribir una carta  pidiéndole  a Andrew que se fugaran y salvaran sus sentimientos de la tiranía de su padre y en efecto escribió la carta,desafortunadamente su padre encontró la carta y cometió el peor castigo contra su propia hija,la llevó al sótano y la encerró bajo llave.

Seis meses pasaron sin que Laura pudiera ver la luz del día y sin  tener contacto con nadie más que su padre .Al ser liberada , abrumada por la angustia comienza a investigar todo lo acontecido en ese tiempo ,que para ella habían sido como siglos, pero nadie parecía saber nada.Andrew había desaparecido .Su padre nunca más volvió a mencionar lo sucedido y ella por miedo y sospechando lo peor no tuvo valor de preguntarle nada.

Ella se refugió en sus oraciones y caridad a los pobres ,llevando en su corazón la promesa de amor hecha a su amado. Sus padres murieron y con el tiempo ella se fue acostumbrando a una soledad socegada, lograda quizá por su espiritualidad arraigada por los años.

Ahora sentada en esa vieja mecedora intentaba controlar un nerviosismo repentino que no sabía a que atribuirlo.Estaba punto de iniciar el rosario,cuando escuchó una voz entrecortada que le dijo_buenas tardes señorita,disculpe me llamo Andrew,vengo  de vacaciones...usted es?...Laura Dossanto señor...sus miradas se encontraron y se dijeron en ellas todo lo que no se habían dicho en tantos años. El se acercó y tomándole las envejecidas pero aún bellas manos,le dijo_me marché después de esperar en vano  poder verte y pedirte que lucháramos por  nuestro amor,pero tu padre me dijo que tú te habías marchado y que no regresarías nunca más,por más de tres meses te esperé ,pero no hubo ni una llamada,ni una carta que alentara mis esperanzas de estar juntos.

Te he esperado tanto tiempo y hoy vencido por la soledad y la tristeza he regresado con la esperanza de encontrarte para decirte que he cumplido mi promesa de amor.

Me aceptaría un café?...dijo Andrew con la voz cortada más por la emoción ,que por los años..._sí ,pero yo lo prepararé y tomándolo del brazo lo llevó hasta la cocina,mientras caminaban lentamente, ella se dijo_le contaré de la carta que nunca envié y del encierro al que me sometió mi padre, él comprenderá.

Laura al fin podía sentirse tranquila,pues si bien su padre malogró su felicidad ,al fin se despejaba la duda que por años había tenido con respecto de la desaparición de Andrew.Ahora aunque sólo fuera al final de sus días podría ser felíz con el primer y único hombre que había existido en su vida...y que seguía siendo el dueño de su corazón.