Cabal Carrillo Roto y el dia a dia.
Disfrazado de gato negro, mi cara esta dibujada con dos ojos grandes amarillos y dentro de cada ojo una rendija de color marrón, una oreja medio girada hacia la derecha que desprende desconfianza y la otra girada hacia la izquierda denota curiosidad, con el rostro totalmente negro y cuatro pelos largos blancos en cada mejillas, listo para el carnaval. Es un placer contar con la cafetera de mi amiga Cabal Carrillo Roto, tan cabal y sabía que sabe hablar cuatro idiomas, aun así, cuando sale de su enorme estanco, en el que trabaja, es una fantasiosa mal alimentada.
Cabal tiene una estructura psicológica estable de época medieval, que mastica y mantiene con suavidad, también posee una masía llena de caballos de fines ilícitos, por Ramón Statu, con el que está divorciado y tiene dos criaturas de avanzada edad, Abel y Nelson, el primero le gusta leer la biblia y el alcohol, y Nelson es contable monetario de monedas falsificada.
Cabalgando en el trotón me sentía un divo inconstante. Damasco es de raza y actúa con rabia y fuerza, somos una pareja de danzante, que bravosidad más pura despliega EL caballo de la noche, corriendo por el largor de la calle luz, no se puede borrar con facilidad.
Ella procuraba no hacerles daño, pero siempre le transmitía la sensación de que ellos dependían más de ella que ella de ellos. “no desampare nunca a tu madre, que es la única en este mundo que te quiere “, le dice Abel, después de leer un pasaje de la biblia, a su hermano monetario. “Cuanta estima y sabiduría por tu parte “, le contesta Nelson en italiano con ironía.
Cabal incrementa la dosis de sacarina a su café, mientras se mira su disfraz de las mil caras en el espejo de la puerta del armario, espejo que tiene que utilizar a cada momento para darse cuenta que no tiene 17 años. Cabal rota y agobiada se protege con alguna de sus mejores máscara, pero siempre le ronda la misma pregunta por la cabeza ¿qué sentido tiene ir de imagen impecable, si por dentro tengo una imagen de alma en pena?
Ramón se sentía incomprendido por los suyos, el caso es que, siempre había tenido el poder en todos los aspectos de la vida (era como un gran dictador, lo tenía todo bajo control). Hasta que un día desapareció sin decir ni media palabra a nadie, queriendo dar así un mensaje de amenaza. Sin pensar o pensando, que dejaba heridos por el camino. “la vida pasa segundo a segundo, tirando siempre adelante a pesar de todo “. Finalmente el divorciado se puso la máscara de víctima, saco la carroza del amplio garaje y se adentraron en el carnaval del día a día.
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