Denunciar relato
Alzo la vista al firmamento
y veo recuerdos fugaces
sobrevolando el cielo de la memoria.
Mucho he perdido ya de esos días
en los que estaba justificado llamarme "el pequeño",
pero aún veo tu sonrisa
un punto lejano
brillando a través de las tinieblas del olvido.
Guardo de ti un recuerdo
frágil y etéreo,
tanto,
que temo que se esfume al rememorarlo.
No sé hasta qué punto es fiel
y hasta qué punto inventado
pero te veo mirarme y reír,
te veo sentado, a mi lado.
El recuerdo es débil, delicado
como una lágrima de cristal.
Por eso lo guardo.
Por eso es un tesoro.
Y a él le escribo, porque tú ya no estás.
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