No otra navidad, una noche buena (parte1)
Por WandaWW
Enviado el 13/11/2016, clasificado en Adultos / eróticos
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Vaya que noche buena, la mejor de mi vida, o debería decir madrugada para hacer honor a la verdad y además decir la mejor madrugada de mi vida y nunca lo habría podido imaginar, de hecho ahora que lo pienso siento algo de culpa, pero el placer que viví valen la pena toda la culpa que siento y por mucho.
Este año como todos los años mi hermana y su familia llegaron para pasar la navidad en la ciudad, realmente ya es un ritual llegan se están unos días conmigo y pasamos la navidad juntos. Siempre es lo mismo, Gonzalo para no aburrirse se la pasa arreglándome las cosas que hacen falta de la casa, mis sobrinos aburridos todo el día peleando. La gran ventaja es tener gente en la casa disfrutar de lo que nos gusta y compartir. Parte del ritual es tener la cena de navidad, acabarnos varias botellas de sidra y tequila, cantar karaoke y en esta ocasión bailar hasta el amanecer, normalmente solo Gonzalo y yo llegamos hasta el amanecer. Esta ocasión no fue distinta, la cena, la sidra, los regalos, los abrazos, los buenos deseos, las bromas. Los niños se van a dormir y los 3 nos quedamos cantando y platicando, la sidra y el tequila se van evaporando, pero de manera que no nos emborracha. Después de las 3 de la mañana, mi hermana se rinde como siempre y se va a dormir, Gonzalo y yo seguimos cantando, está vez pongo una canción un poco más movida y Gonzalo y yo comenzamos a bailar como tontos, esto es nuevo pero interesante pues sabemos que nos gusta bailar y creo podría incluirse en la rutina. Pasan varias canciones de diferente estilo hasta que comienzan las cumbias y las tropicales, Gonzalo me atrapa en sus brazos para bailar pegados, siento algo de incomodidad pero la sensación de su cercanía es agradable, bailamos y bailamos hasta que en una vuelta mi brazo topa con algo duro como mármol, me sorprendí pues tenía una idea de que era, pero me sorprendió más saber que me entusiasmada, para salir de dudas en otra vuelta acerqué nuevamente mi brazo y confirmé la gran erección de Gonzalo, la confución se apoderó de mí y al acabar la canción, me separé de él y fui a cambiar la música. Mientras estaba sentada buscando otro tipo de música mi cabeza no dejaba de pensar en la situación, y en lo que me excitaba saber que Gonzalo tenía esa erección por mí, pero sabía muy bien que no podía pasar de eso pues seguramente el alcohol y el cansancio estaban jugando con nosotros. Súbitamente sentí el calor de Gonzalo parado detrás de mí y sus manos tomando mi cabello, quería volverme y verlo a los ojos y decirle que no, pero quedé congelada cuando sus manos bajaron por mi cuello y acariciaban suavemente mis hombros, una cálida sensación me envolvió y supe que no podría más que sucumbir a lo que Gonzalo quisiera, el conflicto en mi interior se eclipso cuando sus labios comenzaron a besar mi cuello y sus manos decididas bajaron y comenzaron a acariciar mis pechos, mis pezones respondieron inmediatamente endureciéndose. Sus suaves caricias me nublaban el juicio y lo perdí cuando sus labios tocaron los míos y una voraz ola de pasión nos envolvió, los besos se volvieron intensos llenos de pasión con algunas mordidas que los hacían súper excitantes. Sus manos me devoraban también y yo respondía tocando su cuerpo acariciándolo y acercándolo a mí. Sus expertas manos me despojaron de mi blusa y el brasier y sus labios comienzan a mordisquear mis pezones y a lamer mis pechos, sube y baja de mis pechos a mis labios pasando por mi cuello, yo solo atino a dejarme llevar acariciando sus brazos, regresando sus besos y disfrutando las sensaciones que me regala. Sin darme cuenta me llevo hacia el sofá de la sala, con la misma habilidad me despoja de mi falda y mis panties, después de besar mi ombligo llega a mis labios pélvicos y la locura me invade, nunca había vivido esa situación, su lengua baila en esa zona y me envía directo a un mundo nuevo de placer, quiero gritar pero me contengo y salen de mi garganta leves gemidos que Gonzalo sabe leer para mantener mi excitación y mi grado de placer al máximo, repentinamente se concentra en mi clítoris y con dulces succiones me lleva a vivir un orgasmo maravilloso, yo solo logro mantener mis manos acariciando su pelo y apretando su cabeza con mis piernas,durante la resolución del orgasmo logro conectar algo de conciencia pero mi único pensamiento es que el sexo oral es tan agradable que es una lástima no haberlo experimentado antes.
Gonzalo regreso a besar mi cuerpo mis pechos, yo sin más cordura salte sobre él y me senté sobre su pene que seguía atrapado en sus pantalones, aún así el roce con mi vagina me mantenía excitada hasta el punto en que no resistí más y le quité el pantalón y libere su gran pene, nunca lo había hecho y aún así lo puse en mi boca, la sensación fue novedosa saborear esa parte y sentir las diferentes texturas, sin embargo mi cuerpo pedía que mi boca no acaparara la diversión y de un salto me puse a horcajadas sobre Gonzalo y su miembro se deslizó dentro de mi, el placer me dejó paralizada por un momento, su penetración abrió mi vagina que tanto tiempo llevaba sin tener un huésped, sin gran dificultad entró y quedó atrapado por las contracciones involuntarias que pareciera querían retenerlo para siempre. Mientras mi vagina disfrutaba con el pene de Gonzalo, mis labios se regocijaban en su boca y mi piel era devorada por sus manos. El paraíso debería ser este momento, lo contradictorio es que con esto me estaba ganando pase directo al infierno, pero no me importaba bien valía la pena. Los gemidos de Gonzalo me indicaron que él estaba apunto de llegar al orgasmo, intensifique mis movimientos hasta que sentí como su pene se engrosaba con el inminente estertor de su eyaculación, su eyaculación provocó que un orgasmo me envolviera nuevamente, sentía que me desvanecía mientras mis labios devoraban los de Gonzalo por la gran pasión del momento.
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