Denunciar relato
Se le había metido en la cabeza tatuarse un escorpión en la planta del pié. ¿A quién se le ocurre?, decía su madre. Seguro que en la playa llamaría muxo la atención. Él no lo sabía pero ese dichoso tatuaje, le sirvió para identificar su cadaver mucho tiempo después.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales