Dos caras de la misma moneda
Por ladymarwen
Enviado el 19/11/2016, clasificado en Reflexiones
1210 visitas
Era un escándalo, cómo podía ella, una mujer adulta, tan racional, tan independiente, tan formal...habérse encaprichado de un chico mucho más joven y más bello que ella. Toda la gente que la rodeaba no daba crédito, todos sin excepción. Acaso había perdido su reputada sensatez? Era incomprendida, criticada, se burlaban de ella. Decían las malas lenguas que parecían madre e hijo. Presagiaban el abandono de ella cuando se pasara la fiebre del momento, o cuando a él se le cruzara una muchacha joven en su camino. Es de sobra conocida la inmadurez de los hombres, y tan joven incluso, que seguro no tenía claro lo que queria, verdad? Malos augurios para la recién estrenada pareja. No tenían futuro, era inconcebible incluso que el presente fuera muy duradero. Era predecible y evidente a ojos de los demás, pero ella debía estar ciega.
Le dieron sus amigos palmaditas en la espalda , un hombre ya madurito, del montón, que pasaría desapercibido ante cualquiera; se había camelado a esa muchacha lozana y llena de vitalidad. Él había vuelto a demostrar que la diferencia de edad no era un handicap, que él era un seductor nato, no había mujer que se resistiera a "sus encantos". Un machote como Dios manda. Estaba acostumbrado a ello desde su adolescencia y encima con todo lo que había aprendido desde entonces, pues ya se sabe, la experiencia es un grado. Y ella, a pesar de su juventud, sólo estaba buscando estabilidad. Era completamente accesorio el alto estatus de él y aunque era muy coqueta, no era tan superficial como para rechazarle por su aspecto vulgar. Había triunfado el amor verdadero.
He aquí expuestos un par de tópicos sobre los prejuicios en el amor en este mundo bienpensante, espero no haber ofendido a nadie y siendo redundante, no haber resultado mi reflexión demasiado tópica.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales