CORTO RELATOS DE MI VIDA: LA SEÑORA GREGG: Mi despertar lésbico. Parte 1.
Por el solitario.
Enviado el 24/12/2016, clasificado en Adultos / eróticos
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8/7/1978.
Estoy súper feliz, hoy fue un día muy muy muy bueno para mí, al fin la felicidad volvió a tocar mi puerta, y yo que pensé que no tenía suerte, aun no me lo creo. Hoy cuando compraba en el súper me encontré con la señora GREGG, la señora que me había enviado a don RUFINO para componer el jardín, la saludé y le pregunte qué hacía por allí, me dijo que su esposo había comprado una nueva propiedad en ese lugar y que se habían mudado hacia allí, yo le dije que también me había mudado, total de que me invitó a conocer su propiedad, así que fui a echar un vistazo en el auto de ella , la propiedad de la señora GREGG es una finca no una casa, es algo soñado, hay caballos, vacas, ovejas, arboles de todo, yo quede fascinada, hasta piscina tienen, es algo hermoso, la señora me dio su número telefónico para ponernos de acuerdo para que lleguemos a visitarlos un fin de semana, yo también le di nuestro número, me despedí y regresé a casa, ahora me siento más alegre más viva, preparé la cena y cuando estábamos comiendo salió a la conversación la señora GREGG, Julio me pregunto qué de donde la conocía y le dije que ella era la que me había conseguido al jardinero don RUFINO, que por cierto dejo el jardín de la casa bien podado y mi panocha bien mojada, Julio dijo: y que quiere, nada le conteste, solo invitarnos un fin de semana a su finca, que tan lejos es preguntó, nada lejos conteste, esta como a media hora de aquí, vamos a ver dijo, en la noche mientras estábamos en el cuarto convencí a Julio de ir a esa finca, claro usando todo mi repertorio sexual aprendido de mi gran maestro jajaja, la cosa es que accedió y mañana me pongo de acuerdo con la señora GREGG.
12/7/1978.
Al fin llego el fin de semana, Migue no quería ir, quería quedarse en casa, pero yo dije: todos iremos, así que nos fuimos a la casa de la señora GREGG, cuando llegamos nos recibió un mayordomo, era un tipo de raza negra, alto ni viejo ni joven, salió la señora GREGG, nos saludó a todos y yo volví a ver a esa mujer hermosa, alta, blanca, con un cuerpo divino, piernas bellas, tetas grandes casi iguales a las mías, entramos a la casa y nos presentó a su esposo un hombre mucho mayor que ella, como de 75 años, enclaustrado en una silla de ruedas gracias a un accidente que tuvo hacia años probando un auto deportivo, el señor era de familia de empresarios ricos, así que se daba el lujo de comprar propiedades por todas partes, después de platicar un rato la señora GREGG dijo quién quiere darse un chapuzón en la piscina, yo dije sí, Julio como todo un aguafiestas dijo: que no, que prefería hablar con el señor GREGG de negocios, yo dije que si quería, pero que donde dejaba a mí bebé, la señora llamo a una sirvienta y le dijo lleva a la señora al cuarto de invitados, Migue y yo la seguimos, subimos al segundo nivel donde habían muchos cuartos, esa casa parecía un hotel, la sirvienta nos mostró el cuarto y cuando entramos había camas y una cuna equipada con todo, la sirvienta dijo: no se preocupe señora no le quitaré la vista ni un momento al bebé, le pregunte de quien era esa cuna, a lo que ella respondió, la trajeron ayer por encargo de la señora, entonces pensé, que extraño, pero dije: es el lujo que solo los ricos pueden darse, bien le di pecho al bebe y cuando quedo dormido lo puse en la cuna y sin hacer ruido salimos del cuarto, bajamos y la señora GREGG dijo: ya durmieron al bebe?, ya conteste, bueno dijo: entonces a nadar, síganme, la seguimos hacia atrás de la casa donde había un cuarto grande entramos y la señora dijo alguien quiere un traje de baño, obviamente ni yo ni Migue teníamos traje, a Migue le dio un short y a mí me dio un traje de dos piezas, también saco otro traje de dos piezas para ella, entonces pregunte: y donde nos cambiamos, la señora rio y dijo aquí claro está, la señora cerró la puerta del cuarto y empezó a desvestirse yo le dije: disculpe pero el niño esta viendo, a lo que contestó, a esa edad, el niño aún no sabe de maldad, eso no me gusto y le dije a Migue: metete al baño y cámbiate allí, entró al baño que había en el cuarto y cerró la puerta, entonces empecé a desnudarme, había un gran espejo pegado a la pared donde me podía ver desnuda, mi cuerpo hermoso, mis tetas gigantes, mi panocha bien podada, mi cola firme, esas nalgas grandes sin estrías y sin celulitis, pero la señora GREEGG no se quedaba atrás, un cuerpazo blanco como la nieve, tetas grandes casi del tamaño de las mías, su panocha bien rasurada sin ningún bello, su cola parada, nalgas enormes bien firmes también, yo me la quede viendo cómo poseída, de pronto la señora GREGG me dijo: que bien te queda ese traje, me permites que te trate de tu?, claro, contesté, no hay problema, la mujer no dejaba de verme las tetas, y me pregunto si sentía muy ajustada la parte de arriba, yo contesté, si, un poco, pero está bien ya me acostumbre, nunca encuentro algo cómodo para mis senos, entonces me preguntó, estas dando pecho a tu niño aun?, y dije: Sí, todavía le doy pecho, ella me miro y me dijo: puedo tocarte los senos?, quedé helada, le pregunté para que, ella respondió: no te asustes soy ginecóloga pero ya no ejerzo, mi esposo ya no quiso que siguiera trabajando, disculpa si te incomodo dijo, me quedé callada y respondí: no, es solo que nunca me las ha tocado una mujer, y ella contesto, no te asustes solo lo hago para ver si no tienes obstruido los conductos de tus pechos, lo pensé por un momento y accedí, la mujer me quitó la parte de arriba del traje y se dejaron ver mis tremendos melones llenos de leche, la señora delicadamente los empezó a masajear, suavemente, de pronto empecé a sentir algo extraño, se echaba de ver en mi rostro ya que mientras me tocaba mis senos yo me estaba viendo al espejo, de repente, entre más me masajeaba las tetas, más me excitaba, de pronto le tome las manos y le dije: creo que ya es suficiente, pero ella no quito las manos de mis senos y me contesto: tranquila yo sé lo que hago, dentro de un momento te sentirás como se libera la presión de tus pechos, bajé las manos y deje que aquella mujer siguiera con su trabajo, la mujer empezó a apretarme los pechos, y sin darme cuenta gemí, me dijo: te dolió, le conteste que no entonces me dijo: espera, ya verás cómo se libera la presión, después de un buen rato de masajes y apretones la mujer apretó con fuerza mis tetas....
(CONTINUARA).
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