CORTO RELATOS DE MI VIDA: LA SEÑORA GREGG: Mi despertar lésbico. Parte 1. (CONTINUACION)
Por el solitario.
Enviado el 24/12/2016, clasificado en Adultos / eróticos
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(CONTINUACION)
Después de un buen rato de masajes y apretones la mujer apretó con fuerza mis tetas, tanto que grité, y un chorro de leche salió por mis pezones, era tanta leche que salpique a la mujer, quien siguió apretando mis melones hasta que dejo de salir leche por ellos, para mi fue algo que nunca había sentido, hasta tuve un orgasmo, la señora GREGG me preguntó, como te sientes ahora, muy bien gracias contesté, ves te lo dije, tenías demasiada presión, me senté en una banca que había allí me puse la parte de arriba del traje y exhalé, la mujer se sentó a la par me pregunto, dime la verdad tuviste un orgasmo o no, me quedé callada por un momento y después le contesté, la verdad SÏ, lo tuve, la señora dijo: eso está bien, si no fuera así estarías mal, después de decir eso me abrazó y acercando sus labios a míos me besó, al principio quise rechazarla, pero la mujer metió su lengua adentro de mi boca y sucumbí, aquello era una nueva experiencia, podía disfrutar aquello, la mujer chupaba mi lengua y yo la de ella, de pronto me acorde de Migue, me paré y dije: bien vamos a nadar, lo llamé y pregunté si ya estaba listo, salió del baño y dijo vamos, la señora GREGG se paró y los tres fuimos a la piscina, cuando llegamos me lance sin preguntar si el agua estaba helada, eso sorprendió a la señora GREGG quien también se lanzó, Migue se sentó a la orilla de la piscina y solo metió los pies, mis padres me habían pagado clases de natación cuando iba al colegio por lo que era una gran nadadora, le enseñe a Migue desde los 4 años así que también era muy bueno, la señora GREGG no se quedaba atrás, después de un buen rato de chapuzones, la mujer salió del agua fue hasta un descansador (así le llamamos aquí a las sillas de playa), tomo una toalla y empezó a secar su cuerpo, después se quitó la parte de arriba del bañador y dejo ver sus enormes tetas, se sentó, saco un frasco con aceite, se puso un poco en su mano y empezó a untarlo en todo su cuerpo, se lo ponía en sus tetas sobándolas suavemente, aquello era maravilloso, ver a aquella mujer con una piel tan blanca y bien cuidada, sus tetas, sus piernas, su cola, todo en su lugar, nada caído, la señora GREGG termino su show y se acostó dejando sus tetas al sol, me dijo: ven a broncearte un poco, yo no hice caso y seguí nadando, pero la señora GREGG se levantó, tomo una toalla, se acercó a la piscina y con voz fuerte me dijo: sal de la piscina ya, paré de nadar y quedé muda, y como si fuera un niña a quien su madre regaña o una colegiala a la que la directora reta, salí de la piscina y sin decir palabra, la mujer me tapo con la toalla y me llevó hasta los descansaderos donde sutilmente me empezó a secar el cuerpo con la toalla, no me movía para nada, la mujer me desato la parte de arriba del bañador, inmediatamente me tapé los pechos con mis manos, la mujer me susurro al oído: no te reprimas, y yo obediente bajé mis manos, lo que aprovecho la sátira para secarme las tetas, después me dijo: recuéstate en el descansadero, y como una corderita hice caso, tomó el frasco de aceite y puso un poco en sus manos, empezó a deleitarse con mi cuerpo, con sus manos untaba y masajeaba mis enormes tetas, mi vientre, con sutileza metía la mano dentro del bañador tocándome la cocha, después bajaba a las piernas que besaba y lamia con pasión llegando hasta los pies los cuales chupaba una y otra vez, eso me causaba mucha excitación así que cerré mis ojos y puse mis manos detrás de mi cabeza como incitando a la mujer para que me tomara allí mismo, los ojos de la señora GREGG estaban llenos de lujuria, quemaba de placer por poseerme allí mismo, pero de pronto detuvo su ritual, se paró, camino hacia el otro descansador y se recostó con las tetas al cielo, yo al no sentir sus manos sobre mi cuerpo abrí los ojos, medio me incorporé y ví a la señora GREGG descansando plácidamente, no entendía que pasaba, así que le pregunté, sucede algo?, a lo que ella contesto, no nada, me recosté con mis tetas al sol y cerré mis ojos, yo no podía entender como en un minuto estábamos las dos a punto de cogernos y ahora recostadas, tomando el sol, tan tranquilas, como si no hubiese pasado nada.
Durante unos minutos no pasó nada, Migue salió de la piscina y me dijo: mama, ya no quiero nadar más, voy a cambiarme, le dije: está bien ve y tráeme unos chocolates que deje en mi bolso, caminó y fue hasta el cuarto, regresó, me entregó los chocolates y se fue, le dije a la mujer, quieres un chocolate, la mujer contesto SI, pero quiero que me lo traigas aquí, me levanté y le lleve el chocolate, me paré a la par del descansadero y le di el chocolate, pero la mujer no lo tomo sino que me dijo: quítale el papel y pónmelo en la boca, le quité el papel y lo puse en su boca, pero ella no abrió la boca, yo estaba desconcertada, la mujer dijo: vamos a hacer algo más excitante, se incorporó, se sentó, me quito la parte de abajo del bañador y dijo: ahora mete el chocolate en tu concha, yo le contesté, que haga QUE?, y la mujer me tomo por las caderas y me dijo con voz fuerte, eres sorda o que, dije que metas esa mierda en tu concha, yo con el chocolate en la mano le contesté en voz baja, no sé cómo hacerlo, entonces la mujer me arrebato el chocolate de mi mano y lo introdujo hasta adentro de mi vagina diciéndome, así es como, me quedé allí parada frente a la mujer que se chupaba los dedos como si comiera alguna fruta fresca, después la mujer me abrió las piernas y comenzó a chuparme la concha, puse mis manos en sus hombros y me entregué por completo al placer, la mujer me comía la vagina como nadie, ella sabía en los lugares específicos para mi disfrute, era como si conociera de memoria mi cuerpo, yo solo alcanzaba a decir, si, si, chúpala, chúpala, así, así, mas, mas, que rico, rico, chúpame, si, chúpame todo como nunca se la has chupado a nadie, la mujer al oír esto me tomo por mis nalgas y me acerco más, yo gozaba como nadie, aquello era increíble, era tan especial, la mujer y yo nos entregamos por completo al éxtasis, ella me dijo que subiera una pierna al descansador y así lo hice, me metía los dedos profundo, hasta adentro de mi vagina, al mismo tiempo me chupaba el clítoris lo que hacía que me retorciera de placer, la mujer sabía hacer su trabajo...
(CONTINUARA)
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