PESADILLA

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Enviado el , clasificado en Drama
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No recuerdo esa bufanda, ni esa chaqueta, tampoco ese rostro pero sé que es mi madre. ¿Qué le ha pasado? Tiene las facciones marcadas, como si un mes de ayuno se le hubiera impuesto. Lentamente se saca la ropa, quiere mostrarme algo…

Sus brazos! Qué les ha ocurrido? Por qué están tan flacos? No son sólo los brazos, al quitarse la camiseta puedo ver con horror su abdomen, su espalda, donde las vértebras se marcan como el recorrido de una cremallera y al llegar a su cuello: no hay carne!!!, puedo ver sus diminutos huesos sujetar la cabeza.

Me da unos segundos para que asimile lo que estoy viendo y yo, horrorizada, dejo que fluya el dolor por todo mi cuerpo. La parte de mi cerebro que trata la empatía está trabajando duramente sombre mí. Mi visión empieza a ser borrosa, las lágrimas empiezan a inundar mis ojos. El dolor es insoportable.

- Llevo cuatro años yendo a terapia y te quejas, poco a poco esto funciona.

Cuatro años y es la primera vez que veo tus vertebras!!! Cuatro años la persona que más quiero ha estado padeciendo en silencio todo esa agonía y yo no lo he visto!! Cómo he sido tan egoísta? Por qué no le he pedido que me enseñara su cuello antes?

Y yo, que mi único deber es cuidar las heridas de la gente y guarecerles de todo dolor no sé qué hacer con ella para curarla, quitar de su cuerpo ese monstruo llamado cáncer que ha invadido su ser y no la deja comer.

No hay nada que pueda aliviar su calvario y sólo puedo llorar y llorar con lágrimas que salen de dentro, del estómago,  mientras ella me consuela a mí y no yo a ella.


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