Supresores, una historia de engaños . Parte 1

Por
Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
1426 visitas

Marcar como relato favorito

       Sueños mojados, deseos prohibidos, tentaciones peligrosas son intenciones muy bien guardadas en Mónica se preguntarán el porqué es relevante algo que puede ser de lo más común, veamos como les explico sin revelar mucho; trataré de introducirlos en el mundo alternativo de Mónica así comprenderán por sí mismo.

      Año 3005 y no es ciencia ficción, ni el mundo sucumbió a ningún exterminio nuclear, ni bacteriano, ni mucho menos hubo un castigo de Dios mediante un desastre natural. El planeta sigue su curso a pesar de la mala vibra que esa si que abunda, nuevos paradigma de comportamiento social y económico se han implantado. Las grandes ciudades siguen siendo poderosas y sepan ustedes los ricos son más ricos y los pobres somos más y lo caótico es que son los pobres los instrumentos de los poderosos en contra su propia especie, quizás han cambiado los sentimientos y emociones, si ese si es un gran y terrorífico cambio en la humanidad. Es la nueva sociedad de los fríos y no es que estén muertos bueno al menos no físicamente. 

         Pero dejemos la frialdad de lado por un momento y conozcamos a Mónica que justo ahora viene atravesando la Avenida Valencia. 

        - Mónica ¿De donde vienes a estás hora de la noche? 

         - ¿Yo? Bueno... veng... digo voy... No tengo que decir nada, no es de tu incumbencia. -dice nerviosa pero con la altivez que la caracteriza.

        - ¡Vaya! Ya veo. Supongo que informaste a tú supresor de tu salida. ¿O no es así, Monica?

          Ella me sigue evadiendo, aunque sé de donde viene. La cuestión es que no soy su supresor y no puedo reprimir sus deseos. El incompetente de Narciso debe estar en alguna tasca tratando de olvidar y descuida su responsabilidad. Ya arreglaré cuentas con él. 

         De momento intervengo a Mónica que como siempre ha cruzado la Zona Prohibida. La obligó a subir al auto y aseguró las puertas previniendo alguna escapada. Mónica sigue sumergida en el silencio culpable, su mirada helada no afecta mi ánimo. Informaré en la mañana sobre su comportamiento, creo que hará falta una nueva calibración emocional.

         Luego de unos 20 minutos de recorrido silente, he llegado a la residencia de la Familia Colina- Ballesteros, unas de las más respetables familia de Ciudad Castidad. Trató de ser los más cauteloso para que Doña Mónica Colina de Ballesteros,  logré entrar sin ser vista por los demás residentes de la urbanización. Quito los seguros de las puertas, me bajo del auto y le abro la puerta a la "Sra Mónica", ella sin decir nada se dirige a la entrada principal de la casa, abre con sigilo la puerta y la cierra de la misma manera. Me quedó estacionado unos 15 minutos más para verificar cualquier posible evasión como no sucede nada, me marcho. En estos momentos buscaré a Narciso para que sea el quien solicite la calibración para Mónica. 

     El Bar "No lo olvides" es un establecimiento que permanece abierto toda las noches para los supresores y otras personas que buscan aliviar sus conciencias o olvidar sus deseos prohibidos. Este bar cuenta un barman robótico con la sencilla función de servir tragos y realizar el conteo de los niveles alcohólico para evitar embriaguez excesiva. La decoración minimalista y la ausencia de personal humanos lo hace idóneo para evitar posible infracciones prohibidas. 

        Frente al barman está sentado, cabizbajo y sumidos en sus pensamientos Narciso, ni siquiera ha notado mi presencia. Agarró un vaso vacío y le doy uno golpe a la mesa, da un sobresalto y me dice con molestias. -¿Qué te  pasa hombre tienes algún problemas? ¿Acaso eres mi supresor? 

        Con voz calmada le expresó -si fuera tu supresor en estos momentos tendría serios inconvenientes. ¿Sabes de donde Vengo? 

         Su mirada ausente se clava en mi como si tratará de retarme sin embargo; toma un trago largo y dice: - Déjame en paz, no me siento de ánimo para tus estúpidas insinuaciones. 

        En ese momento, ya el reloj triangular de la pared donde está la repisa de licores marca la 3:15 de la madrugada, el barman le advierte que ya ha consumido el limite permitido, lo cual le entrega la cuenta, renuente cancela y se dirige a la salida. Yo sigo sus pasos, ya fuera del local lo detengo.

      - Escucha, sé que no es mi problema y con sinceridad no me importa lo que hagas pero te recuerdo que está en un fino delgado hilo de ser desped... -sin dejar que termine me deja saber que no le importa si pierde todos sus privilegios. Esto incluiría  el apartamento con todos los servicios, además las tarjetas de alimentos y artículos personales, también perdería la tarjeta de residencia de Ciudad Castidad. Nos quedamos por largo rato sin decir nada, estaba visto que ya estaba cansado de vivir la mentira de felicidad, de andar de supervisor de la alta porquería casta de la sociedad pura e incorruptible de Ciudad Castidad o ¿tal vez no era así? 

                                                                           *****

         Ciudad Castidad, una de tantas ciudades que lograron imponer los nuevos paradigma de comportamientos social y económico. Es la ciudad  regida por las leyes de la Renovada Iglesia Casta, Purísima y penitentes que por las inconsistencias de los diversos sistemas de gobiernos se fracturó perdiendo credibilidad en los diferentes estratos de la sociedad pues estos sólo quería vivir en paz aunque no unidos. La Religión fue escalando y posicionando los espacios tanto que logró activar la revolución de la santidad y terminó con la politiquería a nivel mundial. 

        Pero siempre y se ha comprobado que todo tiene que tener un equilibrio y en los primeros siglo está revolución "santa" dio buenos frutos, la gente se hizo más humana, sensible, solidaria y la violencia fue cesando al igual que el monstruo de la avaricia y el amor al dinero.

         Ya en las oficinas de los supresores, me encuentro con Narciso que ya volvió a su carácter frió y sin sentimientos, me pasa por un lado sin dirigirme la palabra, detrás viene Mónica con pasos firmes con la frente en alto camino a la sala de calibración para otra sesión. Es un caso perdido, pero en esta ciudad las apariencias se guarda a costa de todo incluso inducidas de manera forzada.

         Mónica no cambiará, es una mujer con mucho fuego en la sangre y no creo que ni mil sesiones le cambié las ganas de cruzar la zona prohibida. Nunca la he cruzado ni me pasa por la mente ir hasta aquel sitio de perdición pero tal vez conozca a alguien que si la conoce y muy bien.

 

  


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed