Para él:
Hola, sí, puede que esto te resulte extraño, pero solo no he podido dejar de recordar en las cientos de maneras que tienes para que me hagas imposible no pensar en ti. No lo voy a negar, esto no ha surgido de forma fortuita y es que mi mente me ha jugado una mala pasada, ya que tal vez no soy lo suficientemente hábil como interpretar las señales. Sólo quiero expresar cómo me siento cuando mi mirada se cruza con la tuya en la habitación, y todas aquellas veces que he llegado a la conclusión de que era la única que lo notaba. Porque parece que estaba en lo correcto.
Todo este tiempo he intentado evitar hablar del tema, y he llegado a pasar página creyendo lo inmadura que parecía. Pero esta vez estoy harta de dejar escapar lo que a simple vista cuesta, aún cuando el destino es completamente desconocido.
Después de todo me sorprende cómo no has llegado sólo a esta conclusión, si todas esas veces que has llamado mi atención no he podido dejar de sonrojarme. O solo tal vez has querido dejarlo pasar… quién sabe ya.
Porque es cierto que la mayor parte del tiempo nos dedicamos a vivir en dos estados emocionales, el primero es cuando quieres estar enamorado, y pasas el tiempo poniéndole cara a la persona con la que simplemente quieres pasar tus días más aburridos. Mientras que el otro momento es cuando ya lo has encontrado. Sin embargo, no siempre viene la letra pequeña, esa que te dice que tal vez te enamorarías de una persona que no te corresponde, o de esa persona que hace más mal que bien a tu vida. Eso nunca te lo explican.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales