Mira, me dijo Bibi mostrándome la pantalla de su móvil una tarde que estábamos tomando el cálido sol de junio en la piscina del club.
“Dama de clase alta aburrida ofrece sexo oral a hombres bien dotados”.
Al no reconocer el número de móvil anotado pregunté ¿quién es esta loca? Un movimiento de cejas y aquel brillo tan característico que iluminaba sus ojos avellana me dio la respuesta. ¿Te has vuelto completamente majara?
-¿No te da morbo?
-¿Morbo? ¿Cómo se te ha ocurrido semejante locura?
Había colgado el anuncio en una aplicación de las que sirven para ligar. No os diré cuál, pues tampoco la conocía, pero por lo que me explicó algunas están pensadas para buscar pareja e incluso relaciones estables, pero otras, como la que me mostraba, servían para la búsqueda de sexo sin compromiso.
-Llevo meses dándole vueltas a la idea y al final me he lanzado. Publiqué el anuncio ayer por la noche y ya he tenido 46 respuestas. No te imaginas lo caliente que me tiene. Esta mañana he violado a Carlos.
Insistí en que había perdido el juicio, pero conociéndola, tal vez solamente se trataba de otra manera de echarle sal y pimienta a su sexualidad. Como fantasía, reconocí que tenía su cosa, sobre todo si le había servido para incentivar su vida de pareja, pero obviamente, el juego iba más allá, mucho más allá.
-He seleccionado tres, de momento. -¿Cómo? –Por el tamaño de la polla –respondió.
Aunque mi amiga había entendido perfectamente que no le preguntaba por el método sino por cómo se le había ocurrido hacerlo, vi claramente que no iba a detenerse por más argumentos racionales que yo aportara. Los expuse de todos modos, que a saber con qué y quién se encontraba, en qué situaciones, tal vez peligrosas, apelando además a en qué te convierte eso.
-No será distinto a liarme con desconocidos, con un tío que me ha entrado hace un par de horas, además, esperará de mí una mamada y eso voy a ofrecerle, así que no te preocupes por mi seguridad.
-Pero quién sabe con qué te puedes encontrar –insistí.
-Si tanto te preocupa mi bienestar, ¿por qué no me acompañas?
-Ni hablar, habrase visto.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales