La Verdad Oculta Parte 1 MICRONOVELA
Por cristylove
Enviado el 06/01/2017, clasificado en Intriga / suspense
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Capítulo I
La llegada.
En aquella enorme casa se podía respirar años, décadas de linaje rancio y malévolo. Sus paredes tapizadas con grotescos retratos de personas con poses acartonadas y miradas vacías ocultaban la verdadera estirpe de su origen. Julián Manrique, Neurólogo acaba de mudarse a su nueva morada junto a su esposa Melinda, Terapeuta del lenguaje y sus gemelos adolescentes Camila y Alejandro. Él piensa que al cambiar de ambiente podrán arreglar sus conflictos. Sin más, dejaron atrás su hogar, empleos, colegios, amigos e incluso enemigos y habladurías. Apenas en un camión pequeño traían consigo lo poco que pudieron salvar. Melinda siente que está en el infierno, los gemelos ya se ha dado cuenta de la pésima señal telefónica. Suben las escaleras para escoger habitaciones. Son enormes. Ya se han instalados. Cenan con sándwich y jugos. Se van a dormir. Mañana sería otro día.
Capítulo II
La Bienvenida.
Melinda ya se ha puesto a organizar las cosas de la mudanza. Le ha dicho a los gemelos que se preparen avena instantánea para el desayuno. Ellos obedecen, no sin antes hacer mofas de sus palabras. Julián ha ido al pueblo para comprar algunas cosas y buscar un electricista. La luces se encendía y apagaban durante la noche, claro en una casa tan vieja, sus achaques deben ser muchos.
Tocan a la puerta, Melinda creé que es su esposo que olvidó las llaves. Abre. En la entrada están dos señoras de mediana edad, traen cada una pequeña bandeja con lo que parece algo de comer. -¡Buenos días, somos vecinas! aunque estamos un poco retirada de su casa. -Dice una de las señoras en un tono amable. La otra agrega en el mismo tono -supimos que la casa grande tendría nuevos dueños, a decir verdad nunca creímos que la ocuparían de nuevo. Tomé, estos son algunos dulces de la región ,Conservas de coco y cafunga, está están hechas de plátanos. -Extiende sus manos y Melinda las recibe dando las gracias, a la vez se excusa pues aún la casa no está en condiciones para visitas. Las señoras se marcha. No resiste la tentación y prueba uno de los dulces, se saborea al comprobar que están deliciosos. Los guarda para cuando estén todos reunidos.
Capítulo III
El encuentro.
Julián consiguió que arreglarán temporalmente la falla eléctrica. Melinda ha limpiado la cocina y al fin comerán algo caliente. Pasta a la boloñesa, de postre los dulces que trajeron las señoras. Todos están reunidos en la mesa de la cocina. Están en época de vacaciones. Los gemelos están en último año de secundaria y estudiarán en el Liceo del pueblo. Los esposos tendrá que viajar una hora y media para poder llegar a sus nuevos empleos.
Aún siguen evadiendo hablar del tema. Tratan de fingir una ilusoria tranquilidad familiar. Por lo menos se siguen el juego. Ya todos están dormidos. Las fallas comienzan de nuevo. ¡Desgraciado! El hombre ese me estafó -piensa Julián que se ha levantado para ir al baño.
Camila, también se ha levantado, baja las escaleras. Entra a la cocina. Toma un vaso con agua de la nevera. Al salir, tropieza con Alejandro. -¡Idiota! Apartate de mi camino. -Le dice mientras lo empuja. Él se aparta sin decir nada en dirección a la entrada principal. Camila ha llegado ha su habitación. El resto de la noche paso rápido.
Capítulo IV
Segundo Encuentro.
Han transcurrido tres semanas desde que se mudaron. Melinda ha hecho milagros con el arreglo de la vieja casona, ha contratado pintores y ha retirado los horribles retratos de la pared. Ahora tiene un aspecto cálido que nunca había tenido aunque no ha perdido su toque lúgubre. Julián y Melinda están tomando aire fresco en el jardín patio. Sentados en unos taburetes de madera. Se miran, el brillo en sus ojos delataba sus culpas. Los gemelos ya han hecho amigos. En las tardes van a al río que está cerca de su casa. Sus nuevos amigos tienen curiosidad del porque se mudaron aquí. Ellos unos son mentirosos expertos y siempre tienen una historia distinta para ocultar la verdadera.
Cae la noche, llueve, llueve a cántaros, parece que el cielo grita de rabia. Cenan. Aún no le han instalado el cable tv para la televisión. Los chicos están en sus cuartos cada uno en la laptop. Dentro de 2 semanas comenzará el colegio. Pero Alejandro tiene planeada una escapada a una fiesta con sus nuevos amigos y espera paciente a que sus padres se duerman. Son las 11:35 pm, baja como sigilo. En eso tropieza con Camila que viene del baño. Se pone el dedo en la boca y le dice en tono amenazante. -Cuidadito con delatarme. -Ella lo ignora, pareciera que no lo ve. Él se encoge de hombros y le dice- ¡Loca! Vete a dormir. Logra escabullirse en medio de la noche bajo el aguacero. Ha cogido el paraguas.
Capítulo V
Revelación 1
Ha pasado una semana desde aquel palo de agua. Los gemelos están en la sala. Camila lee "Una chica en el tren" ya casi termina el libro. Alejandro, trata de conectarse al Internet sin lograrlo. En eso se dirige a su hermana y le dice casi en susurros: -¿tú crees que ya olvidaron lo que pasó? Yo casi ni recuerdo su rostro. Camila lo observa con indiferencia y responde: -Tal vez, de cualquier forma. Aquí no sabrán nada. A fin de cuenta. Ella era poca cosa.
Se miran, se sonríe con malicia. Pareciera que disfrutarán recordando el pasado. Sin más de que hablar, ella retoma la lectura y el continúa en la laptop.
Sus padres ya ha comenzado a trabajar. Llegan a casa a las 7:00 pm. Los gemelos siguen en la sala. Melinda luego de cambiarse de ropa se dirige a la cocina. Julián revisa uno expedientes clínicos de sus nuevos pacientes. Se siente cómodo aunque extraña el lujo de su antiguo consultorio. La cena está lista. La mesa está servida esta vez chuletas ahumadas, ensaladas, papas al vapor y una jarra de jugo de melón. Todos comen en silencio. Luego se dirigen a sus habitaciones. Ha llegado la hora de dormir. Excepto Alejandro que ya se le está haciendo rutina las salidas nocturnas.
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