Renacer parte final

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Capítulo V

Entre la vida y la muerte. 

Hace unos días casi pasó por completo al páramo, entiendase morir. Mis signos vitales disminuyeron al máximo o al mínimo da lo mismo. Estuve super cerca de irme para siempre. Vi a papá y a mamá sufrir, me sentí triste, abatida. Estaba segura que mi estado delicado de salud los había unido. Hasta ahora he tomado conciencia de la gravedad del asunto. Estoy atrapada. Quiero regresar a mi vida. He empezado a notar que formas siniestras que rondan la habitación. Gracias a las oraciones de mi madre, creo que las mantienen alejada de mi cuerpo. Me siento pérdida. Debo encontrar la manera de regresar. Me siento débil.

 

Capítulo VI

Desaparezco.

Estoy al lado de mamá, la escucho decirme lo mucho que me ama, que luche, que ella confía en mi.

El médico ha venido a hacer la revisión. En eso mamá me hacía ejercicios en mis entumecidas piernas. Él se dirige a mamá y le dice que me estoy deteriorando. Salgo corriendo de la habitación, no quiero escuchar lo que presumo es que quieren que me desconecten de los aparatos. 

Estando en el pasillo. Alguien pasa por mi lado. No es uno de los fantasmas habituales del hospital. En él se podía ver un aura oscura. Estoy segura que no notó mi presencia. Gracias a Dios. Me quedo unos segundos inmóvil. El sigue como buscando algo, espero que no sea a mi. Trató de  Regresar a mi habitación, en eso empiezo a desvanecerme, estoy desapareciendo. Llamó a mamá. Ya es tarde para mi y no pude decirle que los amo.

 

Capítulo VII

Mi regreso.

  - ¡Adaia! ¡Adaia! Hija, despierta. 

  - ¡Por Dios hija, abre los ojos!

Escucho la voz de mamá, me está llamando angustiada. No entiendo. "¿Donde estoy?" Me duele todo el cuerpo, más bien me siento tiesa, como si mi cuerpo pesará una tonelada. 

  - ¡Mamá!  ¿Donde estoy?

  Mamá, al escuchar mi voz me abraza, tan fuerte que me lastima. No puedo levantar los brazos, me asusto. El doctor me dice que tranquila, que debo hacer movimientos poco a poco. Me da la mano y me dice cariñosamente: -Bienvenida Adaia.

Ya a solas, pregunto a mamá que pasó, me habla del accidente que tuvimos hace casi 02 años, que desde ese tiempo he estado en coma. Pregunto por papá, me dice que ya viene en camino. Trató de levantarme pero es casi imposible. Mamá me dice que no haga ningún esfuerzo. Ya habría tiempo de para ayudarme a mejorar.  En ese momento, papá llega. Me abraza, llora de felicidad al igual que yo. Me besa y vuelve abrazar. Me dice que jamás trate de irme de nuevo. Es tan emocionante verlos juntos y unidos. Tenía tanto tiempo sin verlos pelear que casi doy gracias a Dios por aquel desastroso accidente. Estoy feliz de haber regresado. Aunque no recuerdo nada.

 

Capítulo VIII 

Nuevas Sensaciones. 

Ya tengo 3 semanas que regresé a casa, a mi habitaciones, a mi vida. Que debo decir, esta nueva etapa vino revitalizada. Se respira felicidad, paz, armonía, unión. Son tantas sensaciones de relax que espero que esto sea un sueño. Aún uso muletas pues mis piernas aún están débiles. Mamá me hace un rico almuerzo. "Hmmm" tenía tanto sin comer que tengo el hambre atrasada pues como y siento que aún tengo ganas de comer. Má me lleva un trozo de torta de chocolate y me deleitó saboreando cada trozo como si estuviera en la gloria. 

Siento ruidos en la cocina. Llamó a papá pero no responde. Siento que suben las escaleras. Imagino que es él, la puerta se abre pero no está nadie ahí. Me cubro bajo las sabanas y no me muevo para nada. Al día siguiente, papá me dice que no escuchó nada y mucho menos estuvo en mi habitación. Lo dejó así, tal vez lo imaginé. 

 

Capítulo IX

Otra vez a la normalidad. 

Ya he vuelto al colegio, mis padres me hicieron una reunión de bienvenida y por mis 15 años. Papá sigue tan amoroso que disfrutó cada día que pasa su compañía.  Estar en coma me hizo perder muchas cosas en mi vida pero también me dio otras. He tratado de recordar. Pero sólo tengo fragmentos del accidente es como si mis recuerdos fueran un rompecabezas mental.  Trató de no esforzarme mucho pero siento que hay algo que he olvidado. No se porqué me viene a mi mente la imagen de una anciana. Sueño con ella. Tal vez estuvo en el accidente. La verdad no sé. En el colegio todos me ha recibido bien. Voy rumbo a mi casa con unas amigas cuando veo a una persona que se lanza a la carretera. Grito para evitar que el carro la golpee pero es tarde. Mis amigas me miran extrañada. Le digo que si no vieron que atropellaron a una persona. 

  - Es una broma Adaia, ¿Cierto?  Porque no es nada gracioso. Sobre todo porque tu sufriste uno.

Le digo que no. No me creen. Pero ellas tenían razón. No había pasado nada. Semanas después. Atropellaron a una mujer. No podía creer lo que escuchaba. 

Hable con mamá y me dijo que tal vez estaba un poco sensible. Que era común por el tiempo que pasé inconciente.  Comencé a investigar y que algunas personas cuando sufren traumas tan fuertes, pueden adquirir habilidades extrasensoriales y que con los meses pueden desaparecer. No se si estoy viendo fantasma,  no sé si es temporal. Lo único que puedo decir, es que estoy feliz de haber vuelto del coma, que mi familia está más unida que nunca y que siento que me dieron una segunda oportunidad de vida. Me siento renacida. En cuanto a si ahora puedo ver fantasmas, ya veremos más adelante. Mientras disfrutaré de mi felicidad familiar. Los fantasmas pueden esperar.

 

FIN  

 

10/01/2017

 


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