Triple Play

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
9865 visitas

Marcar como relato favorito

Mucho tiempo después de mis relatos anteriores, mi vida sexual cayó en la monotonía y en la rutina de una pareja estable y ocupada.
Quizás por lo mismo nos habíamos hechos adictos con mi pareja, a una serie de Playboy TV, “Triple Play” donde una pareja estable decide sumar a un tercero a la cama. En cada capítulo una pareja real documenta su búsqueda de una chica para compartir entre ambos.

En una oportunidad no pudo más con su calentura y me dice:

- Pame, ¿tu que opinas de ese estilo de vida, crees que te pueda interesar experimentar algo similar?

Para hacerme la interesante le respondo...

- No creo que sea para nosotros, realmente no sabemos que pasa con esta gente, y si realmente les gusta tanto como dicen -.
- ¿Porqué no le gustaría al experiencia? - me responde como cualquier hombre haría, y continúa “Seguramente potencie su vida sexual y quizás no sería malo que nosotros lo hiciéramos, no crees?”
- No se, quizás no sea tan buena idea como lo pintan…- concluyo
- Que te apuesto que si lo hacemos nos encantará y lo repetiremos - me dice.
- ¿Qué apostaríamos? - le respondo
- Las apuestas son solo por dinero! ¡Esas son las verdaderas apuestas, joder! ¡¿Qué te parecen unos 1.000 euros?! - me desafía

El solo sentir esa cifra, me hace calentar y volver mi cabecita a mi estado mas perverso y natural, rompiendo toda la rutina en la que estábamos últimamente.

Rápidamente respondo - ¡Me parece bien! ¡Solo tengo una condición para acceder! -

- Si, claro mi amor! Lo que tu digas - me dice
- Yo elijo a la tercera persona, y para ti será sorpresa hasta el día del encuentro! ¿Qué dices?-
- Por supuesto, esta perfecto, tu elijela - me dice el caliente y se anima a doblar la apuesta
- Pero yo pongo otra condición entonces para que sea justo - envalentonado
- Todo vale y no hay limites de lo que pueda pasar, si quiero hacerle el amor o que me mame la verga es aceptado - concluye

Mmmmm, no se si me convence esa regla claramente para su ventaja y disfrute, pero como ya volví a mi personaje mas perra me apresuró …. -“Trato hecho”- y cerramos el trato dándonos la mano. Ya vería alguna forma que todo se volviera a mi favor como en mis relatos anteriores

Los días pasaron y todo el tiempo me preguntaba si ya había elegido a alguien.
Que tenía varias amigas sexies en el gimnasio, y demás.

Realmente yo había estado muy ocupada y no había sido mi prioridad el tema.

Hasta que un día la veo y me decido. La calentura me hizo actuar impulsivamente. No se como me acerque y le conté la situación hasta que la convencí, no sin tener que insistirle, porque no le sonaba bien la idea en un principio.

- ¿En verdad es tu pareja desde hace años? - me decía
- ¿Y porque quiere verte con otra persona? - no lograba entender

Yo le dije que hasta ese momento no había tenido interés en llevar a cabo la experiencia, pero que de solo ver su cuerpo e imaginármelo para mí, no había podido resistirme.

- Bueno, acepto - dice, y quedamos en un hotel cercano, para el siguiente fin de semana, de forma que tendría tiempo de comprar algo de ropa interior y arreglarme para la ocasión.

Al llegar a casa le cuento a mi pareja - ¡tengo a la indicada! -, y se pone caliente de la excitación y comienza a fantasear con la escena de los tres.

Habíamos acordado no tener sexo hasta el gran día para que todo funcionara bien y disfrutar al máximo la experiencia.

Llegamos al hotel, entramos a la habitación y nos pusimos a esperar….

Llega el momento, tocan a la puerta y le digo: - Cierra los ojos y recuerda las reglas: “1.000 euros si no lo repetimos y todo vale, ¿hecho?”
- Hecho - me dice, y agrega - y vale hacerle el amor y todo lo demás -

Abro la puerta, y entra tal cual recordaba e imaginaba.
Le digo a mi pareja - Ahora sí, abre los ojos -

Y al abrir los ojos, su cara de sorpresa fue impagable! Lo vió entrar caminado directo a saludarlo y darle la mano.
Había elegido a “la tercera persona” un hombre alto, atlético, joven, muy atractivo y sexy.

- Pero me engañaste - me dice
- De ninguna manera - le digo. - Yo elegí a la tercera PERSONA, y todo vale según tus reglas. -

Siguió la discusión unos minutos entre ellos, pero yo caliente imaginándome esas dos vergas, comienzo a desnudarme, quedándome con un conjunto de lencería diminuto que se perdía en mis curvas, comienzo a tocarme en señal de que si no paraban de pelear, los machos alfa se quedarían sin su hembra.

Ambos entendieron el mensaje, y sus instintos animales tomaron control de sus acciones.

Yo sería su ama, y ambos obedecerían para dejarlos disfrutar de mi cuerpo. Ambos estuvieron de acuerdo y comenzaron a desnudarse como les ordené. Al desconocido lo mande jugar con mi vulva, mientras complacía a mi pareja haciendo lo propio y dandole el mejor sexo oral de los últimos tiempos. Después de todo se lo merecía después de mi jugada maestra.

Su lengua lamía con dedicación y pasión, buscando llevarme al límite sin hacerme acabar. Cegada del placer, le pido que también acerque su verga a mi boca, para sentir esas dos pollas juntas en mi boca. Me dedico a una y otra intentando ser justa con mis cuidados.

Cuando los tengo a ambos a punto de estallar, le ordeno a mi pareja acostarse boca arriba, tomo su verga, la dirijo hacia y comienzo a hundirla dentro de mi vulva.

En esa posición me jala de la cabeza para hablarme en secreto al oído y me dice - Finalmente tu amiguito se quedará sin su agujerito - me dice socarrón

Y me apresuro a responderle - Quien te dijo… guardé para él mi mejor parte - y manteniendo esa posición, dirijo mis manos hacia mis nalgas, las abro bien, y le hago señas con la mirada al macho en celo que pacientemente esperaba su turno, para que procediera a penetrarme por atrás.

Finalmente tendría mi doble penetración tan esperada. Sin demoras y siendo muy cuidadoso, chupó mi culito pacientemente pero con fuerza, lo mojó bien con saliva, y sin más, comenzó a entrar en mi culo, mientras yo sentía como esa segunda verga se perdía también dentro mío.

Así los tuve a los dos buen rato, follándome, hasta que no pude más y les pedí que me dieran toda su leche con fuerza, ambos me regalaron sus mejores embestidas sincronizadamente, y los tres acabamos al unísono, llenándome toda de leche tibia.

Fue el mejor sexo en mucho tiempo.

Y lo mejor es que nuevamente me gané 1.000 euros, ya que si bien disfrutó él también, no estuvo de acuerdo en volver a repetir esa experiencia.

Nuevamente me he tenido que romper el culo para ganarme dinero bien habido.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed