Desde los ojos hasta el corazón.

Es curioso como empieza todo, me gustaría que lo visualizaseis como una energía, como si un sentimiento que viene de fuera, se transformase en una masa de energía, y entrase en vuestro cuerpo, el recorrido que hace… primero, te entra por los ojos, hay algo en esa persona a la que miras, algo inusual que llama tu atención, algo único, especial, ya está ahí, dentro de ti, se apodera de todos tus sentidos a medida que conoces a esa persona, es alguien especial, o lo mismo es solo porque te hecha cuenta, cuando quieres verlo, esa energía te ha bajado por el cuello, te ha entrado en los pulmones, en tu riego sanguíneo, ha llegado al corazón, y desde ahí se ha extendido por cada rincón de tu cuerpo, y ahí amigos, es donde os podéis dar por jodidos, ahora, cada detalle de esa maravillosa persona tan especial, os afecta a niveles ridículamente altos, estáis pendientes de cada detalle ¿Se ha fijado? ¿Me quiere? ¿Sabe siquiera que existo? ¿Lo que siento? ¿Juega conmigo? La energía baja hasta el estómago, y os revuelve las entrañas, cada comentario, cada acción, cada palabra, te hace dudar, miedo, paranoia, dolor, esa energía pura, ahora no es más que una masa putrefacta de locura que se filtra por tus riñones junto al alcohol que bebes, porque finalmente no era nada más allá de ti, o puede que sí, pero ya no podrás verlo, te cegaste, quisiste demasiado a una ilusión ¿O no? Y sigue así, solo el tiempo la apacigua, el lento, lento tiempo, hasta que, tras mil recaídas, por fin esa energía baja hasta la entrepierna, por que básicamente te la suda hasta el tiempo que has perdido por culpa del amor. Y cuando termina, no te creas que has aprendido nada, por qué es sencillamente algo que no tiene coherencia, algo que pasa en ti, un instinto, una reacción de los químicos de tu cuerpo que no puedes controlar. Una mierda muy gorda.