Volar

Siempre había deseado volar. Desde muy niño soñaba que volaba como la más ligera de las aves. Ahora, de viejo, veía que su ilusión no se haría realidad. En la otra vida se sentiría, sin duda, más liviano que un pajarillo pero él quería verse alzando el vuelo aquí. Veía que se iba de este mundo sin haber sobrevolado los montes, los valles y los mares. Pero no estaba todo perdido. Sus hijos lo harían por él. Lo dejaría escrito.

Cuando murió, dispersaron sus cenizas a más de mil metros de altura. Al fin lo había conseguido. Por fin voló.