Denunciar relato
Ni los saberes antiguos, como los herméticos, me dan una respuesta válida.
Vivo sin vivir en mi.
La frase se queda grabada y resuena en ese vacío mental.
O vacío espiritual.
El sendero se abre, es escabroso y difícil.
Me aburren los ateos, siempre hablando de Dios.
Me aburre la futilidad de las cosas, las situaciones y los problemas.
Me aburre la estupidez, y los que se jactan de ser estúpidos.
Que incierto puede ser aquello que anhelamos sin saber que puede ser. Siempre falla algo.
Los demonios del intelecto viven bien.
Los demonios del intelecto son felices.
Se divierten a expensas de ilusiones problemáticas.
De autoengaños.
La irreverente mediocridad de los que creen saberlo todo.
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