La Princesa Uruaky y la Mansión de las Almas
Por cristylove
Enviado el 30/01/2017, clasificado en Fantasía
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Hace muchísimas lunas, mucho más allá de la mirada del mortal y ante de que el hombre blanco llegará para profanar nuestras tierras. Vivíamos en absoluta armonía entre el mundo de los vivos y el Reino almas errantes. Existía el respeto que garantizaba la coexistencia sin ser castigados a cambio de su protección espiritual y la abundancia de alimentos. Se ofrecían rituales de agradecimiento y ellos se sentían complacientes. Aunque no toda era tranquilidad pues en ocasiones; algunos espíritus trataban de cruzar siendo reprimidos mediante ritos, conjuros y hechizos de barreras o ceremonia de expulsión. Pero al llegar el hombre blanco, el mundo de las almas se vió corrompido con el derramamiento de sangre, robo, violaciones a las mujeres y niñas entré otras atrocidades.
Sólo la Princesa guerrera Uruaky se enfrentó con fiereza a aquellos hombres malvados pero a pesar de sus esfuerzos, uno a uno de los guerreros fueron quedando en la batalla finalmente ella sucumbió y fue capturada, trataron de doblegar su alma indomable sin obtener resultados. Es cuando el jefe de los blancos da la orden de asesinarla tras violentar su pureza. Al sufrir tan horrible muerte se transformó en un Jegty que es un espíritu vengativo juntos a sus guerreros. Estos espíritus atormentados se agruparon en la gruta de la montaña, allí permanecieron en espera de la reencarnación para cobrar venganza.
Tiempo después, ya el hombre blanco se había asentado como dueño y señor de las tierras de los aborígenes, radicando la esclavitud sobre el hermano negro que fue arrancado de lejanas tierras. Uno misioneros emprendieron un viaje de reconocimiento y se toparon con la gruta de la montaña, estando dentro pudieron presenciar a las Almas se que encontraban allí. La princesa y sus guerreros se dieron cuenta que eran observados y con una fuerza sobrenatural lanzaron por los Aires a aquellos intrusos de la misma, cerrándose la entrada ante sus sorprendidos ojos. Unos de los misioneros, él más joven del grupo emprendió veloz carrera evitando así caer bajo el hechizo de olvido que alcanzó a los demás misioneros que borraron en el acto todo lo vivido ese día.
La princesa Uruaky alcanzó al pobre asustado misionero pero este le prometió que jamás revelaría lo que había visto, ella sintió sinceridad en sus palabras, lo hizo guardián de la gruta que él llamó La Mansión de las Almas a cambio ella le obsequió el don de longevidad.
Por mucho años, curiosos, profanadores, ladrones de tesoros han intentado llegar a la Mansión de las Almas sin conseguirlo. Sólo el anciano guardian durante mucho y mucho años fue el custodio de la gruta, aunque algunos incautos lograron traspasarla a pesar de las advertencias del viejo y nunca regresaron, otros lograron escapar envuelto en un halo de terror y gritando con voces incomprensibles sólo se pudo distinguir sobre la visión fantasmal de una hemosa mujer acompañado de unos cadavericos espantos que los atacaron sin piedad, luego desaparecieron y se encontraron al pie de la montaña lejos de la gruta.
Dicen mis ancestros que el guardián misionero al morir después de más de 200 años, delegó su misión a un aborigen que volvió su discípulo y este a su vez delegó su misión sus descendientes. La princesa Uruaky siguió gobernando la montaña y su sed de venganza disminuyó gracias a la bondad de aquel joven misionero, pero los espíritus guerreros aún están sedientos de sangre y se convirtieron en Cozpayan, fantasmas oscuros en busca de usurpar cuerpos para hacer daño a los seres vivos pero gracias a los guardianes hemos aprendido a contrarrestar su mala influencia a través de hechizos protectores y la fuerza espiritual de la gran princesa guerrera Uruaky.
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