Incentivar la inspiración
Por mask_84
Enviado el 03/02/2017, clasificado en Adultos / eróticos
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No encontraba inspiración en ninguna parte, mi mujer se ofreció a ayudar pero rechacé su ayuda, es algo que me gusta hacer sólo, se fue y seguí a lo mío, intentando arrancar las primeras palabras, pero todo era en vano hasta que se me encogió el corazón, dejé de respirar, rápidamente eche el cuerpo hacia delante, mis piernas apretaron cuidadosamente algo que había entre mis piernas, sí, era ella, mi mujer, mi amante, ahí estaba ella, muy lentamente, con suavidad, deslizando su lengua por la punta, metiéndose en la boca mi polla, aun flácida, por la sorpresa, pero no tardó mucho en endurecerse dentro de su boca, cuanto más dura estaba más rápido se follaba mi polla con su boca, cuando ya pude entender todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor le dije:
-No sé si esto es una ayuda o una distracción…
A lo que ella dejó de mamar mi polla, se levantó y me susurro al oído: “Si escribes un relato para mí, para que me ponga cachonda y moje las bragas como a ti te gusta, me podrás hacer lo que quieras”, salió de la habitación y comencé a escribir...
Al cabo de un rato entró al estudio, se había soltado el pelo, puesto un poco de maquillaje en los ojos, sus labios pintados de rojo pasión, se puso un corsé negro que parecía que se le iban a salir las tetas, llevaba unas bragas semi transparentes que aunque no dejaban ver mucho, se podía ver perfectamente que tenía el coño depilado, llevaba unas medias negras y unos tacones rojos a juego con sus labios… Mientras mis babas iban cayendo ella se acercó a mí y me dijo:
-Cariño, que tal vas con mi relato –todo esto con cara de salida, con cara de follarme con la mirada, que si por mi hubiese sido me la hubiera follado ahí mismo, encima de la mesa-
-Voy mejor cariño, tu ayuda me ha servido y creo que te va a gustar…
-Mmmm ¿Puedo leer un poquito? –Imaginad una cara de lasciva pero a la vez queriendo dar pena para conseguir lo que quiere, de veras creí que en ese momento me iba a correr-
-No cariño –aún no sé cómo le pude decir que no-, me gustaría que esperases a que estuviera terminado y así poder contemplar como de mojadas están tus bragas.l
-¿Ah sí? Pues… -Me coge mi mano y me la pone en su coño húmedo, restregándose con ella, a lo que yo intente meterle la maño por las bragas, pero ella me lo impidió, me aparto la mano, se puso a 4 patas en el sillón del estudio, creía que me iba a decir que se la metiera, que se la metiera del tirón, pero no, ella solo dijo:-
-Si quieres este coñito mojado, deberás terminar el relato, hasta antes… nada de nada…
Al terminar el relato la aviso para que lo lea y me dijo:
-No sé qué habrás escrito ni como lo has escrito pero ¿qué te parece si lo leo más tarde me haces todo lo que quieras, donde quieras y por donde quieras?
Ella era mía, sólo mía y los dos disfrutamos por ello
Cogí una silla, puse un cojín en el suelo, quedo atada de manos en las patas de la silla su culo en pompa, su cabeza sobresalía por el hueco del respaldo de la silla, quedando totalmente vendida, a merced de lo que yo quisiera hacerle, le toque un poco el coño, el cual estaba más sensible de lo normal, estaba tan mojado que podía usarlo como lubricante anal y entrarle mi polla suavemente, sin dolor, se lo dije y me por supuesto porque estaba tan cachonda que podíamos hacerlo por donde quisiera, pero su preciado coño pedía a gritos una polla, se la acerque, le pregunte si quería ser follada, por supuesto dijo que sí, pero yo solo le daba con la puntita en el clítoris, a lo que ella pedía por favor que me la follara y le di un cachete en su culo, grito de placer y le dije que cada vez que le pida que se la metiera le pegaría un cachete, me lo pidió tantas veces que perdí la cuenta y una de las veces me dijo:
-Sé que soy muy guarra, pero necesito que me folles
Y ahí sí que empecé a follármela, se la metí del tirón de un pollazo, fui aumentando el ritmo poco a poco, cada vez gemía más fuerte, cuando parecía que yo iba a correrme la saque y se la metí en la boca y se la folle y creía que iba a correrme, que toda mi leche iba a invadirla, que toda iba a rebosar y que solo había un camino para que ello pasara: que se tragara toda mi leche al momento de salir, iba a estallar, pero aun no era momento de correrse…
La desaté de la silla y la puse en la cama, le metí el dildo en el coño, a los pocos segundos me dijo que no podía hacerle eso, quería correrse con mi polla, le metí mi polla, pero en su boca otra vez, ella parecía tener sentimientos encontrados, por un lado le encanta comerme la polla y que la masturben pero no quiere eso, quiere ser follada de verdad, sentir el calor de una polla de verdad, le di el dildo y siguió masturbándose ella, controlando el ritmo, noté como bajaba el ritmo en algunas ocasiones, seguramente para evitar lo inevitable: correrse.
La puse de lado, quería contemplar su culo en pompa desde otra perspectiva, se la metí de un pollazo, de nuevo un gemido muy alto, le di el dildo para que hiciera lo que quisiera, la guarra se lo metió en la boca, no le basta con una polla que quiere dos… Seguí follándomela bien fuerte, ella chupaba más rápido el dildo, se lo quité, le dije que me reconociera lo que es ella, a lo que contesto:
- Soy tu guarra, toda tuya y haré todo lo que pidas...
Acelere el ritmo, ella dejó el dildo porque lo supo enseguida, su orgasmo no podía esperar más, todos sus sentidos debían estar en ese momento del orgasmo que todo se detiene, sus paredes se contraen constantemente, mi leche salió cual cañón, se produjo una explosión en su interior, fue un orgasmo que parecía hacerse eterno, ya quisiera, cuando nuestras respiraciones se relajaron nos besamos apasionadamente pero con ternura, cuando saque mi polla de su coño, le dije:
- Limpia… ya sabes cómo hay que hacerlo
Pasados unos minutos paró para decirme:
-¿Qué te parece si leo el relato mientras nos recuperamos?
Ella lo leyó, lo leyó en voz alta, atada a la silla mientras le comía el coño, se corrió 2 veces, por supuesto después me la folle encima de la mesa, con despecho, como la guarra que es, como la guarra que veía disfrutar sin importar lo que le hiciera.
Al terminar ella se quedó dormida prácticamente al momento de acabar, ella acabó exhausta, no es para menos, se había ganado su descanso…
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