Denunciar relato
El día que cumplí diociocho años , mí familia estubo de lo más cariñosa conmigo. Regalandome un coche, vestidos, dinero, todo lo que siempre imginé. Era como un sueño. Pero a las doce de la noche me regalaron el más horrible de los regalos, mis papeles de adopción. Resulta que yo era adoptada. Se podía leer quién era mi madre autentica, donde nací y lo más estraño, mí verdadera fecha de cumpleaños.
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