Denunciar relato
Y nos crecieron las orejas y nos revolcamos sobre el fango
a expensas de nuestros amos: quienes, por separado,
nos abren y cierran la puerta para liberarnos y reclamarnos,
para soltarnos y amarrarnos, para mantenernos y esperarnos
y sobre todo, para seguirnos ese juego que ambos
implementamos.
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