Querido amigo, como decirte que cuando ésta semana sentí tu voz una suave brisa desnudó mi alma.
Tu voz aceleró mis pulsaciones, intensificando el ritmo de mi corazón, hizo fluir mi sangre como el agua de cascada, desbocada, regando y bañando mi cuerpo de tus susurros, de tus risas...
Querido amigo cómo decirte que cuando sentí tu voz, todos los sentidos se me alteraron, mi piel se erizó, mis piernas temblaron. Mil fantasías vinieron a mi mente, estimulando los instintos más primitivos.
Querido amigo como decirte que cuando me regalas tu voz, me premias de dichas, de ilusión, de felicidad.
Reconozco ser adicta a tu voz, la necesito como el pez el agua, como el río el cause.
Cuando pasan semanas o meses y no la he escuchado, mi vida se marchita, me falta el aire que oxigena mi cuerpo o el azúcar que da energía a mi vida, así que esta semana cuando me regalaste tu voz me regalaste una vida querido amigo.
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