¿CUANTOS FANTASMAS TE ACOMPAñAN?
- Lopez, ¿ tú sabes cuántos fantasmas de acompañan? - Mira Antonio, no me vengas con tus tonterías que después mi mujer me riñe porque tengo pesadillas y no la dejo dormir.
- En serio amigo, le he hablado a la medium de tus problemas y me dice que son muy extrañas las cosas que te ocurren y si quieres, te hace una sesión gratis. Ya ves, para esto tienes suerte.
- Pero, pero tú qué te crees, eres mi amigo o mi enemigo, que ya te lo dije hace dos días, no quiero saber nada de tus fantasmas y no me pasa nada fuera de lo normal o paranormal como tú lo llamas.
¡Pum! -¡qué leche es esto! Me ha caído encima la cabeza de jabalí, quítamelo Antonio que estoy mareado.
- ¿Ves? ¿ Te das cuenta?Acaba de suceder otra vez.
- Y dale con tus fantasmas, me va a salir un chichón como un huevo y por tu culpa que seguro has aflojado el clavo. Ya eres testarudo, anda tráeme hielo para ponerme.
Con tan mala suerte que el hielo se le pegó en la lengua, quería saber si estaba “bien frío” o “bueno” para el huevo que le estaba saliendo en la frente. Con éstos dos juntos, cualquier cosa que hacen es aceptable o se encargan de justificarlo.
- En fin Lopez,mira que estás en desgracia, seguro que el fantasma te ha empujado la mano para pegar el hielo en la boca.
El pobre Lopez, estaba apretando con una mano la frente y con la otra tirando del hielo, a la vez, bramando mentalmente pensando en mil judiadas para su querido amigo.
Pero Antonio, todo pesado, no se daba por vencido. Estaba convencido que los malos espíritus le acompañaban a su amigo y quería ayudarle.
- Vamos amigo acomódate mientras nos tomamos un trago y charlamos apaciblemente, creo que por hoy ya tienes bastante.
Lopez, se sentó apretando el hielo “ en la frente” y se quedó en silencio con cara de enfadado pensando en los dichosos "entes" que según Antonio, tenía. Sin querer, observaba disimuladamente la sala intentando percibir “algo” pero lo único que sentía era el golpe en la cabeza.
-Atiéndeme amigo, yo sólo quiero ayudarte.- Y dale con el temita de las narices, mira que eres pesado. Tú me has tirado la cabeza de jabalí que estás empeñado en tenerla colgada como un gran trofeo.
Lopez, ya tenía la idea de ponérsela en la cama alguna noche de tormenta para ajustarle las bromas y tonterías.
- Que no hombre, mira, hace un mes casi te caes al andén del tren por coger un billete de lotería y encima estaba caducado, menos mal que siempre estoy yo para ayudarte y qué me dices de tu mujer que casi la tiras por las escaleras de un empujón cuando discutías conmigo, yo la agarré, por no hablar de la alcantarilla que, vaya torta de diste. ¿ Quién estaba para ayudarte? yo como siempre. Por eso te digo que tienes espíritus que te hacen bromas pesadas, ojo, que no son malos, no te asustes, que esto lo arreglamos enseguida.
- Cuántas veces quieres que te lo diga, que no me hables de espíritus ni creo, ni me gustan, más bien me dan grima que no es miedo, no me entiendas mal.
- Ja,ja,ja, te dan mucho miedo, seguro que tienes un montón de espíritus que te rondan continuamente.
- El único que me sigue eres tú, el mayor fantasma que conozco.
- Bueno mañana vamos a la medium y te arregla todo, antes que te empujen de verdad o te electrocuten.
- Mira pesado, con tal que me dejes tranquilo, voy al mismísimo infierno, pero creo que eres tú el gafe.
Por fin se presentaron en la vivienda de la medium. Lopez, estaba hecho un manojo de nervios. Como le diga lo mismo que el loco de su amigo, ya no podría dormir nunca y su mujer le tiraría de la cama, eso seguro.
Una vez acomodados y los tres con las manos rozando, comenzó la sesión.
- Lopez, veo que estás muy asustado porque han influido en ti. Hombre no te levantes que acabamos de iniciar la sesión y te interesa mucho lo que voy a decirte. No tienes ningún problema únicamente, el miedo que te han metido en el cuerpo es el culpable que no duermas y estés tan nervioso. La mente se deja dominar e influye muchísimo en tu bienestar. No creas todo lo que te digan y guíate por tu corazón e intuición.
El único que debe cuidarse es Antonio que tiene muchos espíritus rondándole.
Antonio, dio un brinco, tirando la silla. Era todo un manojo de nervios, comenzó a mirar alrededor con los ojos desorbitados, temblaba y se puso a gritar: “¡Quítamelos! ¡Quítamelos, que me van a comer!”
Lopez, no podía parar de reír. Curiosa situación, el tenía razón. El gafe era Antonio y encima un miedoso de cuidado. Las tornas han cambiado ahora será él quien se dedique a “ayudar” a su amigo, ya está pensando en varias bromas paranormales.
En fin, éstos dos no cambian, siempre están igual.
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