"Tal parece que para la gente algarabía y alegría son sinónimos, pues, al menos para ellos, no puede existir una sin la otra. Por lo mismo nadie está dispuesto a perdonar mi atroz crimen, el cual consiste en ser un ser humano que no le gustan ni el bullicio ni los sobresaltos.
Debido a lo anterior, mis congéneres se han alejado de mí toda la vida; jamás he tenido un amigo ni mucho menos un interés romántico.
Con el pasar del tiempo varias veces me he preguntado a mí mismo si de verdad soy tan malvado como para merecer tal condena, ¿y es que acaso mi crimen es tan grande como para no merecer indulto alguno? En ciertas ocasiones he tratado de cambiar motivado por mi profunda desesperación y sólo he terminado haciendo el ridículo por actuar de maneras diferentes a mi naturaleza. Yo he puesto de mi parte para ser aceptado y los demás no han hecho nada, no he recibido nada ni por ser yo mismo ni por ser o tratar de ser alguien más. Sé que no puedo obligar a nadie para que me ofrezca su amistad ni tampoco me gustaría tener una amistad por ese motivo, también me desagrada la idea de pagar para que alguien sea mi amigo o, peor aún, que una mujer finja quererme a cambio de dinero, ese pensamiento me llena de rabia de sólo considerarlo.
La soledad en mí se ha vuelto como una enfermedad arraigada que parece no tener cura y es que ya estoy harto de rogar y mendigar por que alguien tenga al menos un poco de consideración para conmigo. Por otro lado, me sabría mal recibir amor o cariño por lástima, aunque en todos estos años he visto la piedad que dice tener la gente y estoy seguro de que eso es de lo menos de lo que debo preocuparme, pues no tienen piedad alguna.
Espero que al menos las personas de bajos recursos que reciban mi cuantiosa herencia luego de que me quite la vida me mencionen por lo menos una vez en sus oraciones, aunque aclaro que no les dejo mi dinero por tal motivo sino porque sinceramente no había otra cosa que hacer con él”.
Todo lo anterior fue escrito en una nota que se encontró en el cuerpo inerte de un joven de diecinueve años propietario de una gran fortuna heredada de sus padres al morir.
Según el informe policial el joven se ahorcó en la noche del martes 7 alrededor de las 10:00 PM y su cadáver fue hallado casi un mes después en grave estado de descomposición.
A pesar de la fortuna que tuvo en vida fue enterrado en una vieja fosa común muy alejada de otras tumbas porque no hubo nadie que pagará su sepultura y el dinero que poseía en vida fue entregado en su totalidad a un albergue para gente pobre de todas las edades.
Ninguna de las personas del albergue agradeció jamás el gesto del muchacho ni tampoco le dedicó una oración.
Por su parte, la tumba del joven nunca fue visitada por nadie y con el tiempo se hundió debido al deterioro.
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