Estos últimos días estaba excesivamente dormida. Creo que para tranquilizarme me habían aumentado la medicación, eso me mantenía tranquila pero adormecida… Así que cuando venía mi hija, casi ni le hablaba, es que no podía. Y lo peor: no podía hacer nada, estaba a merced de “la médico” y de mi hija “la galena”…………. Estaba segura que estaban compinchadas. A ver, no niego que, quizás, y solo quizás fuese lo mejor y que cuesta mucho “nivelar”, los índices de ansiedad, pero…. “esta curación” de mis estados de ansiedad, me perjudicaba y yo era consciente de la situación………..
Dejaba que pasasen los días. Oía lo que mi hija me decía. No sé de donde sacaba tanto tiempo libre. Por lo visto, a medida que ordenaba la vivienda familiar, encontraba documentos que yo guardaba desde principios del siglo pasado, de mi difunto padre, y ella los estaba archivando con los medios técnicos que tenía…….
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