EL INICIO - II

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Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
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Sí algo siniestro ocurre…

Mi cuerpo es recorrido por un temblor gélido. No sólo tengo congeladas las piernas sino que hasta siento que el alma está paralizada del pavor que se respira en el ambiente.

Vuelvo a escuchar un gemido y volteo al sentir dos ligeros toques en mi pierna derecha. Es mi segundo mascota que atemorizada gime y levanta sus patitas para que la levante junto a su  

Estamos juntos y pienso en mi esposa que está lejos de nosotros. Ha partido hace casi 2 meses y si bien la tengo siempre presente en mis pensamientos realmente no sé nada de ella porque ha viajado a un lugar muy distante, misterioso que prefirió no revelármelo, y del cual me enteré imprevistamente cuando partió. Lo que estoy seguro es que no se marchó porque estuviéramos mal ni nada por el estilo sino por un motivo mayor: ¿Cuál es ese motivo? ¿Para qué?, son interrogantes que flotan permanentemente.

Pero mis pensamientos divagantes son sacudidos por un gran suspiro, y no sólo metafóricamente sino también físicamente. Un gran movimiento ondulante siento no sólo bajo mis pies sino rodea todo mi cuerpo y el de mis pequeños. No es un terremoto, no es un deslizamiento de tierra. Tengo mucha experiencia en ello como geólogo y miembro de cuerpos de rescate.

No esto es algo mayor. El sonido profundo ahora también lleva sonidos agudos, como de un sifón. No muchos sifones. ¿ recuerdas el sonido que hace una olla de presión? Pues de ese tipo es el sonido, sólo que a mayor volumen, más profundo y también aterrador.

Ahora también se siente calor, un aire caliente recorre el parque nublado y en donde gritos humanos luchan contra el sonido de las alarmas de los vehículos fantasmales que no logro distinguir.

Mis engreídos se mueven desesperados. Pareciera que mis brazos no los pueden proteger y se sienten desesperados.

Mi corazón late a doble ritmo. Uno tratando de calmarlos y otro expectante porque siento que algo terrible ha acontecido muy cercano a mí, que hace unos instantes tenía una vida más o menos contralada y ahora estaba dentro de una vorágine de un futuro incierto.

Quiero gritar y correr hacia ese torbellino misterioso, introducirme en él y saber que ha o está pasando. Encontrarme cara a cara con la luz negra que creo percibir, pero siento que no debo hacerlo.

No me detiene la cobardía ni el temor que ya he superado. Sino el recuerdo y el olor de mis pequeños.  Estoy sólo con ellos. Mi existencia significa estar juntos, y no puedo desplegarme sin afectarlos.

Empiezo a sentir que la ondulación me golpea y caigo de espaldas. Mis engreídos están más perplejos que yo porque han sentido algo que yo aún no percibo.

El aire caliente empieza a prender chispas en los troncos caídos. Y también noto algo aterrador: algunas aves, algunos automóviles también están con llamaradas de fuego.

Y también escucho más gritos y veo a la distancia de 50 metros: una mujer grita porque tiene prendida su ropa y en su piel algo rojizo resbala lentamente.

 ¡Lava?....exclamo y me interrogo. ¡Lava?

Estoy en un puerto, a nivel del mar, en una zona costera…¿cómo va a ver Lava aquí?

Me levanto y corro más asustado que nunca. Siento un olor a quemado ¿soy yo? ¿son mis engreídos? ¿es todo el parque?...¿qué sucede?...


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