Cada vez que lograba tener algún dinero, se empeñaba en llenar la alacena; Que porque ya no había jamón para el niño; Que porque ya no había huevo, que ya no tenían para el postre – decía con preocupación en el acento- La señora era la única que se preocupaba por la casa, arto le costó llegar a donde estaba. De pequeña nunca se imaginó que la prensa, llegaría a tomarle fotos junto a grandes personajes políticos. Su fallecido marido fue uno de ellos, aunque no duro lo suficiente en el poder, para lograr cambio alguno. A pesar de que eran viejos seguían besándose en los labios, ya el sexo lo habían dejado muchos años atrás. Aunque su marido duro poco tiempo con trabajo, ella saco adelante a la familia. De niña soñaba con tener una casa y marido, aunque no resulto como ella esperaba; Encontró gran satisfacción en hacerlo por sus propios esfuerzos. Construir la casa con su propio trabajo. Ella fue el sostén de la pequeña familia que había formado. Su difunto marido nunca llego a importarse mucho por la familia. Ya de viejos se sintió traicionada, no porque le hubiese sido infiel en el sexo, eso ya no importaba y menos a la edad que tenían. Pero la traiciono en lo espiritual, cambiando la por otra mujer, a que lo acompañara en sus reuniones de importantes, en lugar de pedírselo a ella, su mujer desde hace casi medio siglo. En vez, se lo pidió a una mujer más joven a la que apenas y había conocido. La llevaba a sus reuniones en el extranjero, presentándola como su mujer; De lo cual se enorgullecía, por poseer ante la vista de los otros viejos, a una mujer veinte años más joven que él. Pero poco le duro el enojo, pues murió su marido al poco tiempo. En su lecho de muerte fue, a decirle que lo perdonaba por las groserías que le había echo, para sentirse aliviada. Aunque él no sentía remordimiento alguno; Pues su padre le enseñaría que las mujeres iban y venían que sí, llegaba a casarse solo era para mantener vivo el apellido “Schroeder”. Lo cual le quedo grabado muy profundo en su subconsciente y exteriorizaría en los dos matrimonios que tuvo. Inclusive la señora construyo una casa de campo donde, pasarían grandes veranos de alegría. Donde sus hijas aprenderían a nadar y, donde por poco pierde un hijo por ahogarse; si no hubiese sido por un vecino que salto la reja de la entrada para zambullirse en la piscina para rescatarlo. Bastas fueron las infidelidades que su marido tuvo, sin que ella llegase a enterarse; En las vacaciones, que su marido inventaba cualquier excusa para no asistir; ella llevaba a su familia a conocer el México. El que en la infancia de ella nunca pudo conocer, por venir de una familia pobre. De la infancia que no dejaría de recordarle a sus hijos y, a los hijos de sus hijos.
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