ALLÁ DONDE ESTÉ

¿Sabes lo que más me gusta de ti? ¿Sabes lo que me vuelve loca, lo que hace que mis sentidos estén abiertos, que mi corazón comience una carrera que parece que no va a tener fin? El hecho de que estés.

El amor puede ser muchas cosas y, a la vez, no ser nada. Y tú haces que la nada se llene de todo solo con estar, solo con sentirte a mi lado. Solo con sentir tu piel desnuda junto a la mía. Solo con abrazarte.

El amor, para mí... No sé lo que es. Supongo que una gran menzcla de muchos esfuerzos. Sí. El amor se puede sentir. Puedes cerrar los ojos, poner tu mano en el corazón y a esa persona que quieres en tu cabeza, y comenzar a sentir. Pero se necesita atención; se necesita empatía; paciencia (mucha paciencia); comprensión. Dar cuando ya sientas que no te queda nada dentro de ti pero, aún así, quieres que la otra persona esté completo. Estar dispuesto a recorrer un camino que, te aseguro, que no siempre va a ser fácil. Habrá momentos muy, muy duros.

No estoy hablando solo de parejas. El amor está también en la familia. Y sé que muchos (o todos) lo sabéis, pero de vez en cuando es bueno recordarlo. 

Y me vuelve loca, se me acelera el corazón cada vez que me veo reflejada en los ojos claros de mi padre; cada vez que siento que no hay nada a mi alrededor que pueda llenarme y él lo llena de todo. Cada vez que cierro los ojos y mi sonrisa comienza a dibujarse por sí sola. Cuando me pongo en su lugar, cuando estamos el uno al lado del otro en los días malos. Cuando te atiendo cada vez que necesitas mi ayuda o mi presencia. Cuando estoy dispuesta a seguir este camino que tú has dejado.

Hoy escriben las manos de Lucía, pero dicta el alma de mi amiga Alba. Allá donde este su padre, él ha querido darla esta lección.

Os deseo a todos mucho, mucho amor. Del tipo que sea, pero amor.