Denunciar relato
La radio le ladraba palabras sin sentido que atravesaban su cabeza. Miró el televisor que iluminaba la habitación: en diez minutos se cumplirían exactos doce días que no salía de su casa ni veía a nadie. Las imágenes fulgurantes hacían de relámpagos en el cuarto a oscuras. Su computadora compartía al instante sus "estados" y emociones. Todas las personas sabían instantáneamente que hacía. Cuando presionó la pantalla del celular, hubo un zumbido. Dos cables salieron cual víboras de la computadora y se metieron por su espina. Sus ojos se pusieron en blanco. Una voz robótica dijo: ya eres nuestro.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales