De hielo y fuego

Soy hielo... Soy la fría mujer que todos ven, que todos temen. Soy hielo. Nada ni nadie me toca, nada ni nadie hace en mí... Estoy dormida, nada me despierta... Cada segundo sin ti es así.

He vuelto a ser la fría y sosa muñeca que siempre a ojos de todos nada da. Resulta fácil hacerlo... La costumbre de no verte y añorarte ha ayudado.

Reina de hielo ya soy. Emperatriz de la frialdad sin añoranzas más que muy secretas de tu cuerpo, de tu mente, de tu alma... De ti.

Es tan cruel volver a encerrarse en ese mundo... Pero necesario si no estás.

A pesar de ello cada día al despertar elijo amarte... de diferente forma, renovando el sentimiento, mejorándolo. Y es ahí donde me rompo.

Recordar tus manos, añorar tu cuerpo... A veces en un instante te cuelas en mis pensamientos y es cuando todo se viene abajo.

Suelo no tener esperanzas, suelo ser realista pero algo tienes, no sé qué... Que una sola palabra tuya me hace anhelar más de ti...

Y llega el día en que se concreta ese quizá, momento en el que mi cuerpo y tu cuerpo se funden nuevamente en uno solo y todo se olvida como si nada de esa soledad autoimpuesta existiera, y la felicidad llega de nuevo a brillar en mi rostro... Y es el todo y la nada al mismo tiempo, son instantes de luz y de armonía que llegan nuevamente a conquistar mi corazón.

Vivo en el mundo creado por y para nosotros, sonriendo pues soy fuego en tus manos, y el hielo se derrite y se funde el agua de tu ser... Y la vida proclama su presencia y esos ojos negros como la noche reviven en mí, y dan paso a la vida y son vida y el fuego nos consume hasta morir.

Llena de esperanzas mi mundo rebosante está y cada día sigo siendo el fuego eterno que en tus manos vive y alimentamos la vida y la vida en ello se nos va.

Manos que llevan el hielo y el fuego, que en tu presencia florecen sin pensar, boca que vive y muere en mi boca llenando del sabor de miel, locura y amor sin igual.

Vive! Vivamos con el futuro incierto del quizás, con la certeza de amar y ser la nada, siendo todo y viendo la vida brillar.

Malu Ramírez