No es tan grave después de todo. Nada alarmante. Reconozco que los primeros síntomas asustan, pero luego me acostumbré. No es más que un poco de panza y la sensación de que cambiar? al mundo no es tan sencillo como creí. A eso hay que agregar que las cosas me parecen lejanas (es lógico, dijo mi oculista). Y no es que sea un cavernícola pero ¿a eso le dicen música?¿ese ladrido? También se suma el hecho de darme cuenta que lo único que se necesita no sólo es amor. También se necesita pasión y fuego. Y los tengo (ahora no, que estuve trabajando todo el día, pero mañana sí). Igual creo que lo voy a lograr. Más lento, eso sí. Pero sigo siendo el mismo. Un poco más pelado tal vez. Pero siento las mismas cosas y otras nuevas. No es tan malo. Aprendí mucho y lo que más me gusta es que aún me falta por aprender. Y sigo convencido de que somos artífices de nuestro destino (salvo de la puta rodilla que no deja de doler). Pero cuidado: no me estoy rindiendo. Al contrario, voy a seguir dando pelea, molestando. Que a fin de cuentas soy un soñador, estoy viejo y sigo soñando. Y eso me hace joven. Quizás si, dejé de ser un león brioso y melenudo y empecé a ser un gato remojado. Pero todavía cazo ratones.
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