Bruno, mejor conocido como Oculus, es un youtuber argentino, en cuyo canal, publica contenido misteriosos, también se dedica a explorar espacios urbanos extraños, lugares con historias fuertes, impactantes.
A principio de mes recibió un video de una seguidora, que ya conocía porque han hecho trabajos para producciones independientes, cortos y esas cosas. En el video, Mónica, estaba en un bosque, sola, se estaba grabando y aparentemente alguien o algo la estaba viendo, pero era una figura negra y no se lograba apreciar bien que era, asique Oculus se intereso en el lugar para explorar más que nada.
Como ya era costumbre, un sábado, se reunió con Marcos, un amigo que siempre se prendía en estas aventuras y aportaba la movilidad. Un amigo de Oculus, Diego y Mónica.
Emprendieron el viaje de forma normal, agarraron la ruta y durante dos horas de viaje hablaban, tomaban mate, respondían en sus redes sociales y hablaban también del lugar.
El vehículo experimentó un desperfecto que les retrasó aun más. Pasaron dos horas del mediodía y tuvieron que llamar a la grúa esperarla, en fin, Oculus creyó que la exploración peligraría.
Sin embargo cerca de las cinco el taller mecánico reparó el vehículo y pudieron seguir su viaje. Cuando estaban cerca de llegar. Oculus prendió la cámara e hiso una introducción, explicando el motivo que los llevaba a destino y Mónica también explicó que ese día fue a visitar a una tía y se aburrió salió a pasear y como estaba cerca del bosque, se metió a curiosear y cuando subió el video a facebook la gente le hiso notar a esa persona que la observaba.
Llegaron aproximadamente a las seis y media al pueblito y continuaron por un caminito, estacionaron y siguieron a pie, con el equipo preparado, me refiero a las cámaras y las luces. Mónica los guió hasta donde había entrado. Oculus y Marcos encontraron algunas cosas en el camino, era basura, botellas, una zapatilla, ropa, bolsas, nada raro. Todo parecía indicar que era basura que la gente del lugar dejaba. Ellos lo ignoraban, pero muchas personas iban al bosque, algunas para cazar, otras para beber o hacer cosas prohibidas, incluso, podía haber gente que realizaba extraños rituales.
Estaba oscureciendo, eran las casi las siete de la tarde, al ser verano, tendrían luz solar hasta las ocho, pero de apoco la luz iba desapareciendo. Marcos advirtió de una gorra, estaba en buen estado, pero les llamó la atención la mancha del lado de adentro, parecía sangre Y no era lo único extraño, desde que entrando al bosque se encontraron con arboles marcados, algunos tenían muchas marcas como cruces y abundaba un signo raro, una especie de letra ese con un numero uno al revés, atravesando la primera curva de la letra ese.
Todo lo registraba en cámara y daban sus teorías de lo que podía ser, pensaban en voz alta. Encontraron una especie de campera para persona de mediana estatura. A excepción de la mugre, no había nada especial.
Llegaron al lugar del video de Mónica, ya casi no había luz solar, debido a que los arboles tapaban lo poco que quedaba de luz solar. Encendieron la cámara con visión nocturna y exploraron los alrededores.
Oculus piso sin querer un objeto duro, no parecía una rama, lo enfocó con la cámara y descubrió un cuchillo de carnicero, con sangre coagulada. Se asustó. Marcos lo recogió por si acaso. Ante un misterio creciente, se olvidaron de marcar el camino, dieron varias vueltas y se perdieron. Estaban sugestionado, por no decir asustados, oían ruidos, y veían cosas que se movían, dentro de todo era normal, un bosque es grande y alberga muchos habitantes, por así decir. Encontraron un árbol marcado con garras, no les gustó.
Pasadas la una de la mañana, se toparon con un lugar extraño, una especie de refugio muy rustico, investigaron de que se trataba, encontraron velas derretidas en algunas ramas, una mesa de madera podrida, más basura y unas cajas con basura, al revisarlas, encontraron dos cuchillos. Vieron una campeara colgada de una rama, de bajo, en el suelo, había cartones y una piedra encima de estos, al tomarla para ver que había debajo, descubrieron sangre Oculus la arrojó. Diego estaba asustado y le pareció oír una risa a lo lejos. Anteriormente habían escuchados gritos, seguramente de la gente que vivía cerca del bosque, por que se escuchaban perros también.
Ya las señales no eran buenas, la piedra, la gorra y el cuchillo, los símbolos raro. Tal vez era de alguna persona que vivía en el bosque y quizá mato un animal, pero temían que esa persona este en el lugar y sea hostil. Mónica quería irse, tenía miedo, quería gritar, pero Diego alegó que podía atraer a alguien peligroso, Oculus apoyó a Diego. Siguieron en línea recta y pudieron encontrar uno de los arboles que les llamó la atención, lograron y cerca del límite, se toparon con una persona que los estaba viendo, oculto tras unas ramas, estaba a unos pasos y antes de cerciorarse si esa persona era hostil, corrieron y al final lograron salir, llegaron al vehículo y se fueron. El bosque aun guarda misterios
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