Se dispuso a buscar entre sábanas lo acometido en su mente, forzó y doblegó sus fuerzas para resistir la coalición de hormonas entre el desliz de su cuerpo, aterrizó entre un audaz beso, intentando devorar el alma, cómo si fuese aquel último aliento, que oportuna dirección señalaba mientras sujetaba sus manos sudorosas por encima de su cabeza, sus ojos clavados en sus ojos , cómo si de perversión se tratase aquella belleza sublime, sus ojos insisten en perder compostura, que mejor que complacer una dama en sus lujurias, mientras derrite su boca en su cuello, su boca entre abierta cautiva sus instintos, disuelve con sus labios la piel, sintiendo la hoguera entre sí, bajando hacia el infierno entre un respiro cálido, la toma, la da media vuelta para disfrutar de la piel en la espalda, en el cuello, caderas, perfecciona cada beso, cada apretón de dientes, un sin fin de notas musicales emitiendo sus cuerdas vocales, es que así cada disfrute, cada locura me arremete en ti...
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