UNA EXCURSIÓN SINGULAR 2
Por franciscomiralles
Enviado el 21/04/2017, clasificado en Varios / otros
883 visitas
Mi amigo Matías que aquellas películas eróticas le habían despertado la líbido, se fue a
desahogarse con una mujer rubia que era una profesional del sexo. y cuando acabó ya de
regreso al hotel estaba exultante.
-¡Chico las mujeres francesas en la cama saben más que las españolas, y son más finas- me
dijo.
Cuando me hallé solo en la vieja habitación del hotel me puse a leer uno de los libros de
Sartre;mas me costó bastante conectar con la lectura porque en la Escuela nadie me enseñó a
leer en mi propia lengua materna, ya que dicho idioma, y no un dialecto como se pretendía
que fuese, del que se desprende una idiosincrasia, un modo de ser con sus defectos y
cualidades estaba desprestigiado por el Régimen político de aquel entonces, el cual no era
capaz de ver que el matiz existe en cualquier sociedad, lo mismo que en todas las cosas de
este mundo.
Por eso me dije a mi mismo: "Imagínate que el señor Sartre te habla como lo haría cualquier
miembro de tu familia, pero con tu voz interior, y sigue su discurso". No obstante habían
palabras que no usábamos en la vida cotidiana y no entendía su significado. Pero llevado por
un íntimo derecho tanto personal como familiar, leyendo una frase entera del libro y
comprendiendo el concepto de la misma llegaba a deducir el significado de la extraña palabra.
Pero el hecho de reinvindicar mi propio idioma en un sentido cultural no me hizo sentir ningún
deseo de sublimarlo; de subirlo en un altar, porque por encima de todo el "altar" es una simple
ilusión humana que de cara a la Naturaleza no quiere decir nada. Ni tampoco me sentí ningún
héroe nacionalista por autoafirmarme en mi propia lengüa. Pensé que simplemente el leer en
mi idioma era algo totalmente normal e indiscutible. Y es que en realidad no existe la última
palabra en nada; de igual forma que aunque Sartre fuera un genio del pensamiento podía
venir otro pensador y rebatirle con otra lúcida teoría como suele ocurrir en la Historia de la
Filosofía.
A partir de aquel lejano ayer leo libros en las dos lenguas -catalán y castellano-, y aún aprendí
algo de inglés, porque la naturaleza del ser humano desde el principio de la Civilización se
desarrolla, evoluciona en la diversidad.
Y es ahí donde reside su verdadera libertad.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales