Denunciar relato
Pero yo nunca iba a decir nada, nunca diría que lo quería. Porque prefiero perderme en esos ojos cafés que rogaban por un poco de atención, a quedarme con una mirada “segura” de su parte.
Ojos cafés, ojos cafés. Su mirada me sienta tan delicioso como el café caliente que tomo en la mañana, me transmite la misma calidez y repentina energía.
Yo prefiero perderme en esos ojos llenos de curiosidad a encontrar respuesta en ellos.
Yo prefiero no saber nada.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales