UN VIAJE INESPERADO VII

Por
Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
1638 visitas

Marcar como relato favorito

Estaba relajado, o mejor dicho lo parecía, realmente mi mente funcionaba a mil, por un lado trazaba mi plan y por otro lado, pensaba si esto era de verdad un sueño porque si no lo era, que es lo que iba a hacer, ya no solamente sería perder a mi familia, que aún, como no me lo había tomado muy en serio, no lo había digerido, pero si por un casual, realmente había viajado al pasado, el trauma sería digno de ver, no sé qué coño iba a hacer aquí.

Al lado mío se sentaron dos gordos, tenían pinta de tener pasta y ser típicos fascistas, uno de ellos con los típicos tirantes con la bandera de España, para relajar mi mente, empecé a escuchar su conversación.

-         Te puedes creer que han nombrado este año, el Año Internacional de la Mujer?, - decía el Gordo Don Tirantes

-         Bueno, ya sabes, poco a poco y las libertades europeas, van entrado aquí y cada vez tienen más derechos- dijo el Gordo Rojo, lo llamé así porque estaba rojo como un tomate

-          Bah, gilipolleces, las mujeres solamente tienen que hacer dos clases de comidas, una en la cocina y otra en la cama

Y ambos Gordos, se troncharon de risa, aunque me dio la impresión que Don Gordo Rojo se reía mas por compromiso, que por otra cosa.

-         Menos mal que Franco vivirá para siempre, aunque está enfermo, el próximo 1 de Octubre va a dar un discurso multitudinario.

Ja, dije en alto, me salió del alma. Don Tirantes me miró con cara de pocos amigos, tiene algún problema, joven??, No, perdón solo he tosido. Me miro durante un rato con mala cara y siguió hablando.

-         Aun no sé porque coño me has traído aquí, a un puto vasco

-         Se come de miedo, de verdad- enfatizo Gordo Rojo- te va a encantar..

-         Ya veremos, mientras no me pongan una bomba en el chuletón.

Y ambos rieron..de nuevo uno más que el otro

Finalmente pedí la cuenta 1.800 ptas. Don Pedro me había invitado a la copichuela (me debes más que eso, capullo). Pero comparado a lo que estaba acostumbrado allí, me pareció un chollo. Deje 200 pelas de propina, excesivo, pero no pude evitarlo.

V

SE EJECUTA EL PLAN

Cuando me abrieron la puerta, no me esperaba que fuese Violeta, me había hablado, pero yo me la había quedado mirando con cara de subnormal. Pacientemente me repitió, que era lo que quería.. Violeta iba con su uniforme, joder que fea era, ya no me acordaba de lo fea que era la cabrona y entonces empecéa recordar la canción esa de “eres tan fea pero te quiero”

….eres tan fea que cuando naciste te metieron en una incubadora
con cristales tintados

                Al fin reaccioné, la sonreí ,

-         Perdón, necesito hablar con los señores, o el señor, soy Valentin Mellides, del departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid (suponía que en 1975 ese departamento existía , o no??)

-         Medio que??- dijo ella

O Dios, habré metido la pata??, Medio Ambiente, repetí y la volví a mirar, joder me venía de nuevo a la memoria esa canción..

… eres tan fea que al nacer el médico dijo, si vuela es un murciélago

-         Eh Oiga,porque se ríe?? Seré de pueblo pero no tonta

-         Si, perdón..por favor llame al señor

…eres tan fea que cuando enviaste tu foto por e-mail la detectó el antivirus

Me di un golpe en la cabeza con la mano, olvida la puta canción, pero no pude evitar volver a reírme y casi descojonarme de risa cuando escuché que Violeta le decía a la señora:

-         Señora, que aquí hay un tal Medio Hombre.

-         Pero que dices Violeta, le has vuelto dar al vino?

Apoyado sobre el marco de la puerta y con lágrimas cayéndome por los ojos de la risa, me encontré de pronto frente a frente con mi madre.

-         Que es tan divertido señor… como se llame??

Ya conocía a mi madre bien, pero esa cara, con 37 años que tenía ahora y la mala leche que ya traía, me acojonó lo suficiente para recuperar rápidamente la compostura.

-         Valentin Mellides, del departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, a sus pies señora.

-         Señor Mellides??

-         Si, señora

-         No estamos en el siglo XIX, no hace falta que se ponga a mis pies.

-         Perdón señora

Mi madre suspiró, a ver que quiere señor Mellides?? Valentin, por favor. Pues que quiere Valentin?? ( la verdad que mi madre estaba buenecilla a esa edad, un poco gordita pero buena), me di cuenta que la estaba mirando demasiado, así que intenté ser breve.

-         El año pasado se inauguró la M-30, que pasa justo por delante de su casa, y estamos preocupados por el ruido que puedan estar ustedes soportando.

-         Podían haber pensado en eso antes de construirla por aquí, no??, compramos la casa antes de que se hiciese la autopista y ahora hemos tenido que poner dobles ventanas para amortiguar el ruido, pero en verano esto es un infierno, dígame esto lo va a a pagar el Ayuntamiento??

-         No es mi cometido señora, puedo hablar también con su marido si es tan amable, para realizar una encuesta?, la estamos haciendo por todo el barrio.

-         Mire señor Mellides, Valentin, es hora de cenas y baños y tengo cuatro hijos, no es buen momento..


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed